El presidente checo Milos Zeman, siempre provocador y hostil con los periodistas, se burló de ellos el jueves, en un happening que tuvo a un calzón rojo de protagonista.
El jefe de Estado de 73 años, cuyo estado de salud provoca preocupación, anunció para el jueves por la tarde un excepcional encuentro con la prensa sin preguntas, provocando especulación en los medios, que hablaban de una posible renuncia.
'Me excuso ante los periodistas, a los que traté de hacer una prueba de inteligencia, en vano como siempre', afirmó Zeman, rodeado de su portavoz y sus asistentes, en los jardines del Castillo de Praga.
Frente a una cantidad de incrédulos periodistas, lanzó a las llamas con ayuda de dos bomberos un gran calzón rojo.
Con ese gesto inesperado, se refería a la acción de los miembros de un grupo de chistosos que lograron en septiembre de 2015, disfrazados de limpiadores de chimeneas, subir al techo del Castillo de Praga, para reemplazar la bandera oficial del jefe de Estado por un calzón rojo gigante.
'Lamento hacer de ustedes unos pequeños imbéciles, ustedes no lo merecen', afirmó con ironía en la voz dirigiéndose a los periodistas, antes de regresar a su auto.
Este 'happening' de Zeman, populista prorruso y prochino, provocó una ola reacciones indignadas.
'Asistimos al acontecimiento más lamentable de la presidencia de nuestro país desde el mensaje de año nuevo del último presidente comunista Gustav Husak en 1989', dijo el comentarista Jindrich Sidlo, a la televisión en línea Seznam TV.
El presidente, 'que debería ser un digno símbolo de nuestro Estado, quema un calzón en un encuentro oficial con los periodistas. ¡Despertemos de esta pesadilla!', afirmó Jiri Pospisil, jefe del partido de derecha TOP 09.
Según los comunicados oficiales, Zeman sufre de neuropatía diabética y problemas auditivos.
Gran fumador, no oculta su pasión por la cerveza y los alcoholes fuertes.
Primer jefe de Estado checo elegido por sufragio universal en 2013, Zeman fue reelecto en enero pasado, gracias a su retórica anti-inmigración y el apoyo del electorado provinciano de izquierda.