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El presidente Donald Trump busca apaciguar este martes a su propia bancada en el Congreso, claramente incómoda ante el imparable escándalo por la separación de miles de niños inmigrantes del resto de sus familias en la frontera estadounidense con México.

Más allá de la furia indisimulada de los legisladores de la oposición demócrata, los propios republicanos no esconden la incomodidad con la creciente controversia y las justificaciones esgrimidas hasta ahora por el gobierno.

En ese cuadro, Trump anunció para este martes una visita al Congreso para reunirse con integrantes de la bancada republicana, con quien debe discutir las opciones que se analizan para hallar una salida a la situación.

Trump y altos funcionarios ya dejaron claro que el gobierno no pretende retroceder en su política de separar familias arrestadas al ingresar clandestinamente al país, a pesar del ya ensordecedor coro de críticas indignadas por semejante iniciativa.

'Yo no quiero niños siendo retirados de sus padres. Pero cuando buscamos procesar a los padres por venir aquí ilegalmente, algo que se debe hacer, hay que separar a los niños', dijo el mandatario en un discurso ante pequeños empresarios.

En tanto, varios legisladores demócratas visitaron centros de acogida de niños separados de sus familias en la frontera y expresaron su furia al encontrarse con que los menores son mantenidos en instalaciones divididas en 'jaulas'.