Compartir:

Fuerzas progubernamentales de Nicaragua lanzaron el martes una fuerte ofensiva para recuperar el control de la ciudad de Masaya, declarada por sus pobladores en rebeldía, lo que dejó al menos seis muertos.

Detrás trincheras de adoquines, pobladores, varios de ellos encapuchados, repelieron el ataque de fuerzas antimotines y grupos parapoliciales a punta de morteros y con escudos improvisados, en las calles de Masaya, 35 km al sureste de Managua, constató un equipo de la AFP.

La directora ejecutiva del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Marlin Sierra, confirmó a la AFP al menos seis muertos en la incursión en Masaya, elevando a 186 muertos -otro fue reportado en otra zona del país- en dos meses de violenta represión de las protestas contra el gobierno.

Fuertemente armados, los antimotines, de negro y muchos con pasamontañas, llegaron desde temprano a Masaya, luego de que esta ciudad, históricamente combativa, se declaró el lunes en rebeldía para exigir la salida del poder del presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.

'Ayúdenme, él no es un perro, no lo puedo dejar aquí', gritaba una mujer en una calle junto al cuerpo de un hombre baleado, según un video difundido ampliamente en las redes sociales. Cerca de ella, un grupo de antimotines la observa.

El secretario de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva, informó además de al menos una treintena de heridos en Masaya.

En Ticuantepe, a 14 km de Masaya, resultaron heridas otras 37 personas cuando la policía y los grupos paramilitares y turbas atacaron el tranque (bloqueo) que eran resguardado por decenas de jóvenes.

El ataque ocurrió luego de que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) suspendiera el diálogo hasta que el gobierno incluya a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la Unión Europea (UE) para investigar los hechos de violencia.