Amnistía Internacional llamó este jueves a las autoridades de México a garantizar la protección de los derechos humanos durante las elecciones nacionales del domingo y denunció la falta de propuestas de candidatos presidenciales para combatir la desaparición forzada y la violencia contra mujeres y periodistas.
'Los ciudadanos debemos poder ejercer nuestros derechos sin miedo y con la seguridad de que el Estado cumplirá con sus obligaciones', dijo Tania Reneaum Panszi, directora ejecutiva de Amnistía Internacional (AI) en México a través de un comunicado.
Las elecciones generales del 1 de julio son las más grandes en la historia de México al renovarse más de 18.000 puestos, incluida la presidencia.
También son las elecciones más violentas, con 133 políticos asesinados desde que comenzó en septiembre el proceso electoral, según la consultora Etellekt.
'Estas elecciones se llevarán a cabo en un contexto de violencia (...) y es alarmante que ninguno de los cuatro candidatos respondió a la exigencia de propuestas específicas' sobre seguridad, añadió Reneaum Panszi.
El izquierdista Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial puntero en la mayoría de las encuestas sobre preferencias de voto, ha dicho que la corrupción 'es la causa principal de la desigualdad social y la violencia'.
Sus contrincantes, el conservador Ricardo Anaya, el oficialista José Antonio Meade y el independiente Jaime Rodríguez, tampoco han dado propuestas precisas sobre seguridad.
Desde el inicio de las campañas, AI lanzó la plataforma México Sin Miedo 2018 para monitorear y analizar las posturas públicas de los candidatos presidenciales sobre desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, agresiones a periodistas y violencia contra mujeres.
Casi 55.000 personas visitaron la plataforma y se generaron más de 5.000 tuits exigiendo a los candidatos sus propuestas.
Sin embargo, del total de tuits de los candidatos, solo el 3% hablaba de estos temas, y ninguno de ellos respondió a las interacciones de los usuarios, según AI.
En el gobierno del saliente presidente Enrique Peña Nieto se registraron numerosos escándalos sobre desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias, miles de mujeres fueron asesinadas y México siguió siendo uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo.
