El juez chileno Miguel Vázquez condenó a nueve militares en retiro por el asesinato del afamado folclorista Víctor Jara, acribillado días después del golpe de Estado que instaló la dictadura de Augusto Pinochet, en 1973, informó este martes el Poder Judicial.
Jara, una de las voces más reconocidas de la música popular de Chile y América Latina, fue detenido, torturado y asesinado de 44 balazos en septiembre de 1973 en Santiago.
'El ministro en visita de causas de derechos humanos Miguel Vázquez Plaza condenó a 9 miembros del Ejército en retiro por su responsabilidad en los homicidios del cantautor Víctor Jara Martínez y el exdirector de prisiones Littre Quiroga Carvajal, ocurridos en septiembre de 1973 en Santiago', indicó un comunicado de prensa del Poder Judicial.
El magistrado sentenció a los exoficiales Hugo Sánchez Marmonti, Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana, Hernán Chacón Soto y Patricio Vásquez Donoso a 15 años y un día de cárcel por su responsabilidad como autores de ambos homicidios.
Los exmilitares, que tenían rangos de teniente, coronel y brigadier, fueron condenados a tres años de prisión más por su responsabilidad como autores de secuestro simple de ambas víctimas.
En tanto, el oficial Rolando Melo Silva fue sentenciado a cinco años y un día de presidio por su responsabilidad como encubridor de ambos homicidios y 61 días de presidio por encubrir los secuestros.
Jara, miembro del Partido Comunista, fue detenido en la Universidad Técnica del Estado, donde ejercía como profesor, el 12 de septiembre de 1973, un día después del golpe que derrocó al entonces presidente socialista Salvador Allende, de cuyo proyecto era ferviente defensor.
Inmediatamente fue encarcelado junto a otras 5.000 personas en el estadio Chile, un recinto deportivo en el centro de Santiago que hoy lleva su nombre, donde fue reconocido por militares que lo torturaron brutalmente.
Uno de sus compañeros de encierro era Littre Quiroga, de 33 años, director nacional de prisiones y también militante del Partido Comunista. Su cuerpo, también con signos de torturas, fue encontrado junto al de Víctor Jara.