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Una estudiante de 18 años aficionada al fútbol ‘freestyle’, que practica con su velo islámico, causa sensación en Malasia, país del sudeste asiático de mayoría musulmana, donde el deporte es un dominio copado prácticamente en su totalidad por los hombres.

Jugando siempre con un balón por el aire, Qhouirunnisa Endang Wahyudi practica esta disciplina mezclando acrobacias, malabarismos y gimnasia en un parque de Klang, una ciudad situada a unos 40 kilómetros del sudeste de la capital Kuala Lumpur.

'El velo no es un obstáculo. Únicamente tienes que aprender a gestionarlo', señala a la AFP la joven.

Muchas mujeres portan el hiyab -velo islámico- y vestimentas amplias, conformes a las exigencias del islam en Malasia, un país de 32 millones de habitantes, de los que más del 60% son de confesión musulmán.

'El islam no impide hacer deporte', subraya Qhouirunnisa, que comenzó a practicar el fútbol ‘freestyle’ en 2016, después de haberlo descubierto en Youtube.

'Con el 'freestyle' eres libre, mientras no muestres el cuerpo', añade.

El fútbol es uno de los deportes más populares en Malasia, a pesar de la mala situación del equipo nacional, 171º en la clasificación mundial de la FIFA. En las últimas semanas los aficionados siguen por televisión la Copa del Mundo de Rusia, incluso después de la medianoche, debido a la diferencia horaria.

'El ‘freestyle’ en Malasia es esencialmente practicado por hombres, pero las chicas cada vez se interesan más', explica Qhouirunnisa, que entrena cuatro o cinco veces por semana, haciendo acrobacias con el balón durante unas tres horas.

Sus andanzas están teniendo gran eco. Es seguida por 72.000 personas en la red social Instagram. 'Ser mujer no es un obstáculo, podemos ser activas en el deporte', advierte.

¿Su sueño? Encontrarse un día con su ídolo, Lisa Zimouche, estrella francesa del fútbol ‘freestyle’.