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La sanción de 4.342 millones de euros impuesta este miércoles por la Comisión Europea al gigante estadounidense de internet Google es la más voluminosa decidida por abuso de posición dominante, pero no la única. 

A continuación, las cinco mayores multas impuestas en la historia de la Unión Europea (UE) por abuso de posición dominante:

1. Google (2018)

Por aprovechar la posición dominante de su sistema operativo para teléfonos inteligentes y tabletas Android para favorecer sus propias aplicaciones, como su motor de búsqueda, la Comisión Europea sanciona a Google con 4.342 millones de euros de multa (unos 5.046 millones de dólares).

2. Google (2017)

El ejecutivo comunitario impuso 2.424 millones de euros a Google por favorecer en su popular buscador a su servicio Google Shopping frente a sus rivales. La compañía recurrió la decisión ante la justicia europea en septiembre de 2017.

3. Intel (2009)

Al fabricante de microprocesadores Intel se le impuso una multa de 1.060 millones de euros, después que la Comisión Europea lo acusara de poner en marcha entre 2002 y 2007 una estrategia destinada a excluir del mercado a su único rival serio, AMD. La justicia europea decidió en septiembre examinar de nuevo el caso.

4. Qualcomm (2018)

El gigante estadounidense de componentes electrónicos Qualcomm recibió en enero una sanción de 997 millones de euros por haber sobornado a Apple para que sólo utilizara sus productos y no los de los competidores en sus aparatos iPhones y en sus Ipads.

5. Microsoft (2004)

497 millones de euros. Esta fue la multa impuesta en 2004 al grupo informático Microsoft por negarse a aportar documentación técnica completa a sus rivales para que pudieran concebir programas plenamente compatibles con el sistema operativo Windows. 

También se le acusó de vincular su lector multimedia Windows Media Player con este sistema para superar a su competencia.

Por incumplir sus compromisos cerrados con el ejecutivo comunitario, Bruselas le impuso otra multa de 860 millones de euros en 2008. En total, las sanciones impuestas a Microsoft por la Comisión ascienden a unos 2.000 millones de euros.