Una estudiante de medicina brasileña murió este martes en Nicaragua a causa de disparos supuestamente de paramilitares, informó una autoridad universitaria, en una nueva jornada violenta en el país, donde tres meses de protestas antigubernamentales dejan más de 300 muertos.
En tanto, cuatro personas murieron en Jinotega, 162 km al norte de Managua, en un operativo de fuerzas combinadas de la policía y paramilitares entre la noche del lunes al martes, informó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
Las acciones de las fuerzas progubernamentales, que continuaban el martes en Jinotega, dejaban 'numerosos' heridos, dijo a la AFP el activista de Cenidh Juan Carlos Arce.
Raynéia Lima, de 32 años, cursaba el último año de medicina y recibió disparos cuando se dirigía en vehículo a su residencia en el suroeste de Managua hacia la medianoche del lunes, dijo a la AFP, el rector de la Universidad Americana (UAM), Ernesto Medina.
Los hechos ocurrieron en el residencial Lomas de Monserrat, donde, según testigos, paramilitares dispararon a su automóvil. Lima fue llevada por su novio al hospital pero las 'heridas eran fatales' y falleció en horas de la madrugada, señaló Medina.
Una bala le habría perforado el hígado y murió cuando era intervenida en el Hospital Militar de Managua, según información del canal 100% Noticias.
La estudiante, con seis años de residir en Nicaragua, era originaria del estado nororiental de Pernambuco y realizaba su internado en el hospital de la policía Roberto Huembes, dijo Medina, quien era uno de sus profesores en la UAM.
El gobierno de Brasil expresó en un comunicado su 'profunda indignación' y condenó la 'trágica muerte' de Lima, además de indicar que está buscando 'aclaraciones' del gobierno de Nicaragua sobre las circunstancias en que se registró el fallecimiento.
También demandó que se hagan los esfuerzos necesarios para identificar y castigar a los responsables del 'acto criminal'.
Brasilia reiteró su condena a la represión de protestas en Nicaragua y al 'uso desproporcionado y letal de la fuerza, así como el uso de grupos paramilitares en operaciones con equipos de seguridad', señala el texto emitido en Brasilia.
Las protestas iniciaron el 18 de abril contra una reforma a la ley de seguro social, pero derivaron en una demanda de justicia y de la salida del gobierno del presidente Daniel Ortega y de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.