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 Al menos 82 personas murieron y decenas resultaron heridas en un violento terremoto que sacudió la isla indonesia de Lombok ayer, justo una semana después de otro mortal sismo en el mismo lugar.

El nuevo sismo tuvo magnitud 7 y su epicentro se localizó a 10 km de profundidad, según el servicio geológico de Estados Unidos (USGS). Le siguieron dos temblores secundarios −uno de magnitud 5,4− y unas 20 réplicas.

Las autoridades indonesias lanzaron una alerta de tsunami, que levantaron más tarde. El agua del mar entró sin embargo en dos localidades costeras, dijo a una televisión local Dwikorita Karnawati, un alto responsable de la agencia de gestión de catástrofes.

Otras zonas afectadas

 La sacudida se sintió con fuerza en la vecina isla de Bali, uno de los destinos turísticos más populares de Indonesia, donde residentes y turistas salieron a las calles despavoridos. También provocó daños leves en la ciudad javanesa de Bandung, a unos 955 km de distancia.

Este es el segundo terremoto de gran potencia que sacude la isla de Lombok en una semana. 

El 29 de julio, un sismo de magnitud 6,4 pero mucho menos profundo dejó 17 muertos y destruyó cientos de edificios. También provocó corrimientos de lodo y piedras que tomaron por sorpresa a los senderistas que recorrían las montañas de la isla, muchos de los cuales quedaron bloqueados y tardaron más de 24 horas en descender.

En esta ocasión, según los socorristas, la mayor parte de los daños se concentraron en la principal ciudad de la isla, Mataram.

Indonesia, un archipiélago de 17.000 islas e islotes, se sitúa en el conocido como 'cinturón de fuego' del Pacífico, una zona de fuerte actividad sísmica. Aunque el país registra numerosos seísmos, la mayoría no son peligrosos.

En 2004, un tsunami provocado por un terremoto de magnitud 9,3 frente a la costa de Sumatra, en el oeste de Indonesia, dejó 220.000 muertos en varios países del Océano Índico, 168.000 de los cuales en Indonesia.