La primera ministra británica, Theresa May, prometió ayer que mantendrá su proyecto de relación comercial estrecha entre Reino Unido y la Unión Europea (UE) tras el Brexit, a pesar de la feroz oposición de los políticos más euroescépticos.
En julio, May presentó un 'libro blanco' en el que propuso, entre otras cosas, la creación de una nueva zona de libre comercio con la UE, basada en un conjunto de reglas comunes sobre los bienes y el sector agroalimentario.
El llamado plan de Chequers suscitó inmediatamente la oposición de los partidarios de un Brexit duro, que lo consideran como una traición a los resultados del referéndum de junio de 2016, con el que la mayoría de los británicos eligieron abandonar la UE.
El proyecto de May provocó la dimisión de dos pesos pesados del gobierno británico, el ministro para el Brexit, David Davis, y el de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, ambos en desacuerdo con esa línea que consideraban muy blanda.
Los dirigentes de la UE cuestionaron, por su parte, la viabilidad del plan de May.
'No me veré obligada a aceptar compromisos respecto a las propuestas del plan de Chequers que no respondan al interés nacional', escribió la primera ministra en el diario The Daily Telegraph.
La salida de Reino Unido de la UE se hará efectiva el 30 de marzo de 2019, y Londres y Bruselas quieren alcanzar un acuerdo de aquí a octubre para organizar su separación y sentar las bases de su futura relación.
Ante la fuerte oposición que suscita su plan entre la mayoría de los pro-Brexit, May reiteró que prefiere una ausencia de acuerdo antes que un pacto que incluya concesiones a Bruselas.
'Estaremos listos para un ‘no deal’ (ningún acuerdo) si es necesario', escribió May, que volvió a descartar un nuevo referéndum sobre la adhesión a la UE.
'Volver a preguntar [por esta cuestión] sería una nueva traición a nuestra democracia y una traición a esa confianza', afirmó.
Reino Unido un inversor en África
La semana pasada May, en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), puso la piedra fundacional de una 'nueva asociación' entre su país y África para compensar las pérdidas económicas consecuencia del Brexit.
'Hoy puedo anunciar una nueva ambición. De aquí a 2022, quiero que Reino Unido se convierta en el principal inversor de los países del G7 en África', declaró May durante un discurso pronunciado en Ciudad del Cabo, en el marco de su primera gira africana, que la llevará además a Nigeria y Kenia.
'Todo el mundo tiene interés en que se creen empleos para atacar las causas y síntomas del extremismo y de la inestabilidad, para gestionar los flujos migratorios y para fomentar un crecimiento limpio', dijo May en un discurso ante hombres de negocios y empresarios locales.
Una reunión para la inversión en África tendrá lugar el año próximo en Londres, agregó la líder británico.