El tifón más poderoso en golpear Japón en los últimos 25 años tocó tierra este martes dejando al menos seis muertos y más de 100 heridos, mientras el oeste del país sufría los embates de vientos violentos y lluvias torrenciales.
Además del balance de muertos divulgado por la cadena de televisión pública NHK, una persona estaba en estado crítico y unas 170 resultaron heridas por accidentes derivados del ciclón Jebi.
Se trata del vigésimo primero de la temporada en Asia que azota al país con aguaceros y ráfagas con vientos que alcanzan los 220 km por hora en algunos lugares, en un radio muy amplio.
Las autoridades pidieron a varios habitantes abandonar sus casas en zonas inundables o susceptibles a ser golpeadas por el fenómeno. Recomendaron a casi 1,2 millones de habitantes protegerse en refugios y otros 16.000 recibieron órdenes de evacuación, aunque la medida no es vinculante.
Además de las víctimas, el fenómeno ha provocado daños materiales impresionantes.
Un petrolero estaba encajado bajo un puente que conduce al aeropuerto internacional de Kansai, cerca de Osaka (oeste). Este aeropuerto, construido sobre el mar, se inundó y fue cerrado después que el subsuelo y las pistas quedaran bajo agua, precisó a la AFP un responsable del ministerio de Transportes.
Según la cadena de televisión NHK, varios pasajeros seguían atrapados al interior de la terminal.
Imágenes de televisión mostraban andamios desmontados por el viento, árboles por el suelo, vitrinas de las tiendas rotas, postes torcidos, calles inundadas, camiones volcados y un mar agitado en todas direcciones.
Decenas de autos estacionados en un garaje en la región más afectada se quemaron por un incendio cuyas causas se desconocían.
Vuelos y trenes anulados
El sistema de transporte se vio muy perturbado, con varias compañías aéreas que anularon casi 800 vuelos por precaución.
Por otra parte varias líneas de trenes fueron suspendidas, al igual que los trenes a gran velocidad Shinkansen entre Tokio y Osaka, que transportan a diario cientos de miles de pasajeros. En Kioto, una parte del techo de la estación de trenes se derrumbó.
Los grandes almacenes de la región de Osaka, en el oeste de Japón, decidieron cerrar sus puertas.
Varias empresas grandes como Toyota, Honda o Panasonic, suspendieron la producción, mientras otras pidieron a sus trabajadores que se quedaran en casa, y las escuelas hicieron lo mismo con sus alumnos.
Más de 1,4 millones de hogares y edificios se quedaron sin electricidad, informaron los medios.
El primer ministro Shinzo Abe había convocado una reunión de crisis en previsión de la llegada del tifón que afectó primero el sudoeste del archipiélago antes de dirigirse hacia el norte.
Con vientos sostenidos de entre 160 y 190 km/h en la parte central (además de ráfagas de hasta 220), Jebi entra en la categoría de 'muy potente', 'el más potente desde 1993', precisó a la AFP Ryuta Kurora, responsable de la agencia nacional meteorológica.
Japón ha sido golpeado dos veces por tifones muy fuertes, en 1991 y en 1993, agregó.
En verano este país suele sufrir los embates de los tifones, pero este año ha sido particularmente difícil.
Hace un mes y medio, un nivel de lluvias sin precedente provocó inundaciones inéditas y derrumbes que cobraron la vida de 220 personas.
Una sofocante ola de calor húmedo afectó a Japón en julio, que dejó 119 muertos mientras que 49.000 personas tuvieron que ser hospitalizadas.