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El hallazgo con vida de una labradora negra salvó a un hombre estadounidense de una pena de medio siglo en prisión tras ser acusado de abusar sexualmente de su hija.

La perra era clave en el caso, pues la supuesta víctima aseguró haber presenciado cómo su padre había matado al animal, tras numerosas amenazas de maltratar a sus mascotas si denunciaba los abusos en la policía.

Joshua Horner, un plomero de 42 años en el estado de Oregon, en el oeste de Estados Unidos, fue condenado en abril de 2017 por un jurado que no logró un veredicto unánime.

Estaba en libertad en medio de un proceso de apelación, que coincidió con el hallazgo del perro y la decisión del juez de desechar el caso a pedido de la fiscalía.

'Kelli y yo estamos listos para recoger los pedazos de nuestras vidas', dijo Horner en referencia a su esposa cuando la pareja salió de la corte el lunes.

La hija de Horner, menor de edad en el momento de los hechos denunciados, testificó ante la corte sobre los supuestos abusos y amenazas de su padre. Contó que frente a ella le disparó a su perra Lucy para demostrar que estaba hablando en serio.

La perra fue encontrada con vida con sus nuevos dueños por el Oregon Innocence Project, una ONG que presta ayuda legal y accedió a revisar el caso del plomero.

Horner insistía en que nunca maltrató al perro y que encontrarlo demostraría que era inocente y que su hija había mentido en el estrado.

Lucy apareció en el pueblo de Gearhart, al noroeste de Portland, y fue identificada por sus características distintivas y evidencia sobre su custodia.

En su moción para desechar el caso, la fiscalía indicó que la hija se negó a hablar de nuevo con los investigadores después de que apareció la perra.

'Aunque no podemos decir con certeza que el señor Horner no abusó sexualmente de la mencionada víctima, puedo decir que no estoy convencido por la relevancia de la evidencia que ahora está disponible', dijo el fiscal John Hummel el lunes en un comunicado.