La Iglesia católica alemana se disculpó oficialmente este martes tras la publicación de un informe que revela agresiones sexuales a más de 3.600 menores, cometidas durante décadas por miembros del clero.
'Quiero pedir disculpas', dijo el presidente de la conferencia episcopal alemana, Reinhard Marx, en rueda de prensa.
'Los abusos sexuales son un crimen y tienen que ser castigados', añadió, lamentado que la Iglesia haya 'durante demasiado tiempo mirado a otra parte, disimulado, negado' los hechos.
El documento de un total de 356 páginas, cuyo contenido fue filtrado a la prensa a mediados de septiembre, informa de al menos 3.677 víctimas entre 1946 y 2014, en su mayoría niños menores de 13 años, que sufrieron abusos perpetrados por unos 1.670 clérigos.
'La magnitud de los abusos me estremeció', señaló el profesor Harald Dressing, del Instituto de psicología de Mannheim (oeste), quien coordinó el estudio.
Peor aún, en su opinión el problema está lejos de ser algo del pasado. 'Los abusos sexuales son un problema perenne, y no un problema histórico' en la Iglesia católica, advirtió en la misma conferencia de prensa.
La Iglesia católica alemana, que constituye la primera religión del país, con más de 23 millones de fieles a fines de 2017, no sufre su primer escándalo de este tipo y las presiones aumentan para que los mismos sean atacados a fondo.
El poder político ha intervenido al respecto, a través de la ministra de Justicia, Katarina Barley, quien exigió a la Iglesia que colabore con las autoridades judiciales