Cerca de 2.000 personas fallecieron en el seísmo y el posterior tsunami que arrasaron la isla indonesia de Célebes el 28 de septiembre, indicaron este lunes las autoridades locales, que prevén que el balance empeore, ya que miles de habitantes siguen desaparecidos.
Se han descubierto 1.944 cuerpos en la ciudad de Palu y en sus alrededores, indicó Muhamad Thohir, el portavoz local del ejército.
'Se espera que ese número siga subiendo, ya que aún no se nos ha dado la orden de dejar de buscar cuerpos', precisó el responsable a la AFP.
Las autoridades temen que hayan desaparecido hasta 5.000 personas entre los escombros.
Apenas hay esperanza de encontrar supervivientes, y los esfuerzos se centran ahora en recoger los cadáveres y contabilizarlos.
La agencia de gestión de catástrofes indicó que las operaciones de búsqueda seguirán hasta el 11 de octubre, la fecha en la que los desaparecidos se darán por muertos.
El Gobierno se plantea convertir en lugares de sepulturas colectivas dos localidades cercana a Palu, Petobo y Balaroa, que quedaron arrasadas en la catástrofe.
En Balaroa, un amplio complejo de viviendas sociales casi sepultado por el lodo, Gopal buscaba este lunes a su tío y a su tía entre las ruinas de los edificios.
'Aunque paren nosotros continuaremos la búsqueda', aseguraba, mientras los equipos de emergencia utilizaban excavadoras para quitar escombros.
Unos 200.000 habitantes de la región de Palu necesitan ayuda humanitaria de forma urgente. La comida y el agua potable escasean, y numerosas víctimas que lo han perdido todo dependen de la ayuda para sobrevivir.
Las oenegés y el ejército logran superar poco a poco los obstáculos logísticos para brindar esa ayuda humanitaria a más gente.
Pero en las zonas más remotas, aún se desconoce el alcance de los daños, y los primeros helicópteros apenas empiezan a llevar víveres y material hasta allí.
La Cruz Roja aseguró este lunes haber atendido a más de 1.800 personas en sus clínicas y haber dado los primeros auxilios a un número similar de víctimas.