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Los reyes de España, Felipe y Letizia, visitaron este viernes las zonas afectadas por las fuertes inundaciones en la isla de Mallorca, ofreciendo muestras de cariño a los vecinos que perdieron a seres queridos y bienes en la tragedia.

La pareja real visitó varias casas destrozadas en Sant Llorenç des Cardassar, una de las localidades más golpeadas por las fuertes lluvias del martes, que causaron el desbordamiento de un torrente, tomando por sorpresa a los habitantes, que solo tuvieron unos pocos segundos para escapar.

En total, 12 personas fallecieron en las inundaciones, seis de ellos extranjeros. Un niño seguía este viernes desaparecido.

El rey y la reina, que iba vestida de negro, estrecharon las manos de los vecinos y de numerosos voluntarios que llegaron a la ciudad procedentes de toda la isla para participar en las operaciones de limpieza.

Al término de la visita, de unas dos horas y media, Don Felipe quiso resaltar la gran solidaridad de los mallorquines: 'Uno se da cuenta de la dimensión de la tragedia en un sitio tan pequeño y de forma tan concentrada'.