Un grupo de personas protestó ayer frente al servicio de inteligencia (Sebin) en Caracas para rechazar la muerte del concejal opositor Fernando Albán, quien según el gobierno se suicidó en ese organismo, pero la oposición afirma que murió durante un interrogatorio.
'Esto no es suicidio, esto es homicidio', gritaba la veintena de manifestantes, varios de ellos diputados y concejales, mientras caminaban con un ramo de flores hacia el edificio del Sebin en Plaza Venezuela, en el centro de capitalino. Un cordón policial les impidió llegar al sitio.
La diputada Dinorah Figuera, del partido Primero Justicia -del que formaba parte Albán-, dijo que pedirán al Parlamento, de mayoría opositora, investigar al fiscal general, Tarek William Saab, por supuestamente ser 'cómplice' de la muerte del concejal hace una semana.
'Exigimos que el fiscal se inhiba de formar parte de las investigaciones por sus declaraciones irresponsables, no puede ser juez y cómplice', dijo Figuera.
La oposición asegura que fue arrojado sin vida por agentes del Sebin para borrar evidencias de su muerte.
El Parlamento, cuyas decisiones son anuladas por el máximo tribunal del país, que lo declaró en desacato, también pedirá que Naciones Unidas colabore con la investigación.