El presidente de Estados Unidos Donald Trump aseguró ayer que se está haciendo todo lo posible para 'detener la embestida' de miles de migrantes hondureños que marchan en caravana desde México hacia Estados Unidos.
'Todo lo posible se está haciendo para detener la embestida de migrantes ilegales a nuestra frontera sur', escribió el mandatario e Twitter. 'Esas personas deben primero solicitar asilo en México, y si no lo hacen Estados Unidos los rechazará'.
'La caravanas es una vergüenza para el Partido Demócrata. Cambien ahora las leyes migratorias', agregó en un segundo tuit tras haber acusado el sábado a los demócratas de haber alentado las migraciones masivas hacia Estados Unidos.
'Debo pedir, en los términos más enérgicos, a México que frene esta embestida, y si no es capaz de hacerlo llamaré al ejército estadounidense y cerraré nuestra frontera sur', había advertido el pasado jueves el presidente.
Continúa el camino
El grupo que avanza en México custodiado por helicópteros y la policía está conformado por unas 7.000 personas, según cálculos de la AFP y organizadores. Unos 1000 quedaron atrás: algunos decidieron esperar en la frontera para ingresar legalmente a México y otros desertaron debido al temor o al cansancio.
'Nadie nos va a detener, si ya nos aventamos al río y ya hicimos de todo para llegar hasta acá, no nos detienen', dijo Aarón Juárez, de 21 años, un taxista hondureño que caminaba con dificultad debido a las llagas en sus pies junto a su esposa y su bebé de meses hacia Estados Unidos, su destino final. Si llegan habrán recorrido al menos 3.000 km a pie.
'No hay futuro'
Un grupo más reducido permanecía varado en el puente internacional fronterizo esperando ingresar legalmente a México, aunque el acceso era a cuentagotas y dando prioridad a mujeres y niños. Un centenar de ellos entonaba cánticos cristianos para levantar el ánimo.
'Aquí voy a seguir esperando, no hay futuro para nosotros en Honduras', dijo a la AFP Selvis Rivas, de 41 años quien espera conseguir asilo con su hijo de 16.
Cinco mujeres, ubicadas primeras en la fila para pasar al lado mexicano, responden '¡No!' a coro cuando se les pregunta si quieren regresar a Honduras.
Gobernación de México informó el pasado sábado que ya recibió 640 solicitudes de refugio en el paso fronterizo. El gobierno hondureño acusó a la oposición política de convocar a la caravana para provocar 'ingobernabilidad' en el país.
El gobierno hondureño acusó a la oposición política de convocar a la caravana para provocar 'ingobernabilidad' en el país. La canciller María Agüero mencionó como instigador a Bartolo Fuentes, exdiputado del partido Libertad y Refundación (Libre), coordinado por el expresidente y líder de la izquierda hondureña, Manuel Zelaya.