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Los brasileños, los socios de Brasil y los mercados esperan este lunes señales concretas de lo que significarán las rupturas prometidas por el ultraderechista Jair Bolsonaro, elegido el domingo presidente de la mayor potencia latinoamericana frente al izquierdista Fernando Haddad

Los medios locales tendieron a dar destaque a las promesas de este admirador de la dictadura militar (1964-1985) de respetar 'la Constitución, la democracia y la libertad', después de haber afirmado en la campaña que sus opositores de izquierda, 'los marginales rojos', deberían optar entre el exilio o la cárcel.

El periodista y exdiputado Fernando Gabeira, que durante la dictadura fue guerrillero, preso y exiliado, prefiere olvidar los exabruptos misóginos, homófobos y racistas de Bolsonaro, con quien coincidió en el Congreso.

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'Mi actitud hacia Bolsonaro será la que siempre adopté durante los años de convivencia: de respeto al argumentar las divergencias y de estímulo a sus movimientos positivos', escribió Gabeira en su columna del diario O Globo, antes de reconocer que 'algunos lectores condenan esa visión, con el argumento de que normaliza la barbarie'.