Restos humanos fueron hallados en una propiedad del Vaticano en Roma, anunció el martes la Santa Sede, lo que podría permitir a la policía italiana avanzar en las investigaciones sobre dos misteriosas desapariciones ocurridas en 1983.
'Durante los trabajos de restauración de un espacio anexo a la Nunciatura Apostólica en Italia [la embajada del Vaticano] se hallaron fragmentos de huesos humanos', anunció el Vaticano en un comunicado.
Hay una investigación en marcha para establecer la edad y el sexo del cuerpo, así como la fecha de la muerte.
Según varios medios, los restos fueron hallados el lunes.
Los investigadores se fijarán especialmente en si el DNA coincide con el de Emanuela Orlandi o el de Mirella Gregori, dos menores que desaparecieron en Roma en 1983 por separado.
Emanuela Orlandi era hija de un miembro de la policía vaticana y fue vista por última vez el 22 de junio de 1983 al salir de una clase de música.
Según algunas teorías, la adolescente fue secuestrada por una banda criminal para presionar a responsables del Vaticano para recuperar un préstamo. Otros afirman que habría sido secuestrada para lograr la liberación de Mehmet Ali Agca, el turco que intentó asesinar al papa Juan Pablo II en 1981.
Su hermano Petro, quien lidera desde hace décadas una campaña para descubrir qué le ocurrió, denuncia el silencio del Vaticano e incluso su complicidad en este caso.
El Vaticano ha dicho en varias ocasiones que coopera con la policía italiana para resolverlo.
La otra menor, Mirella Gregori, desapareció exactamente 40 días antes que Orlandi. Según su madre, respondió al interfono y dijo que era un amigo de la escuela y que iba a bajar a hablar con él un momento. Nunca regresó.
Los investigadores no descartan que los casos puedan estar conectados.