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l capo narco mexicano Joaquín El Chapo' Guzmán, durante años el hombre más buscado por Estados Unidos, vive su peor pesadilla tras las rejas de una prisión neoyorquina: será juzgado desde este lunes en una corte federal de Brooklyn y puede ser sentenciado a cadena perpetua.

Encarcelado desde hace casi dos años en Manhattan en casi total aislamiento, no puede ver a su joven esposa Emma Coronel ni a ningún familiar salvo a sus hijas mellizas de siete años, y solo a través de un vidrio.

Con el cabello cortado al ras, sin bigote y vestido con un traje de presidiario azul, El Chapo, de 61 años y poco más de 1,60 m de altura, ha perdido mucho de su aura de implacable jefe narco, y espera su juicio 'tan esperanzado como puede estarlo', según su abogado Jeffrey Lichtman.

El acusado ha bajado de peso, asegura tener problemas de salud y en varias audiencias en la corte federal de Brooklyn apenas se ha escuchado su voz, ya que el juez no le permite hablar en la sala.