Florida ordenó el sábado un recuento de votos en el marco de las elecciones del gobernador y del senador por ese estado de Estados Unidos, pues la diferencia entre los principales candidatos para ambos cargos son apenas de unos pocos miles de votos.
Los resultados de este nuevo conteo, ordenado por el secretario de Estado de Florida, Ken Detzner, en aplicación de las disposiciones vigentes, deberán ser comunicados a las autoridades de Florida a más tardar el jueves a las 15H00 locales (20H00 GMT).
En la elección del gobernador, los resultados no oficiales publicados el sábado ponían al candidato republicano, Ron DeSantis, apoyado por Donald Trump, por delante del candidato demócrata, Andrew Gillum, una de las caras nuevas más mediáticas del partido, a solamente 33.684 votos, el 0,41% de las más de 8,2 millones de papeletas.
La carrera entre el senador demócrata por Florida, Bill Nelson, y su rival republicano, Rick Scott, actual gobernador del estado, fue aún más cerrada. La ventaja de Scott era de solo 12.562 votos, sobre un 0,15% de diferencia entre ambos (50,07% contra 49,92% del escrutinio).
El clima en Florida ha sido tenso desde la noche del martes, en un estado acostumbrado a recuentos largos y a la controversia. Para varios especialistas, la gran cantidad de votos por correo habría contribuido a bloquear la máquina electoral durante esta elección.
El episodio más memorable de todos, sin embargo, seguirá siendo el lío histórico de la elección presidencial estadounidense del año 2000.
Florida ocupó entonces los titulares de los medios de comunicación de todo el mundo, cuando solo unos pocos votos separaron al republicano George W. Bush del demócrata Al Gore.
Las impactantes imágenes de los funcionarios contando uno a uno los votos, incluso a veces con una lupa, han quedado para el recuerdo.
El proceso fue finalmente decidido por la Corte Suprema de Estados Unidos. El republicano derrotó al demócrata en Florida por 537 votos y ganó las elecciones presidenciales.