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Varias decenas de personas celebraron este viernes en Estambul una oración fúnebre en homenaje al periodista saudita Jamal Khashoggi, el mismo día en que la prensa turca reveló que los investigadores tienen más pruebas que desacreditan la versión del asesinato dada por Arabia Saudita.

Una fuente de la presidencia turca afirmó el viernes por la noche que el presidente Recep Tayyip Erdogan y su homólogo estadounidense Donald Trump mantuvieron una conversación telefónica en la que 'acordaron que hay esclarecer totalmente el asesinato de Jamal Khashoggi y que cualquier encubrimiento del incidente no debe ser permitido'.

Mes y medio después de su asesinato, que causó verdadera conmoción en el mundo, el cuerpo de Khasshoggi --un editorialista crítico con el poder saudita, y colaborador del Washington Post-- permanece desaparecido.

Ante un espacio vacío, tradicionalmente reservado a un féretro delante de la mezquita Fatih, amigos de Jamal Khashoggi pronunciaron una oración para el ausente, un ritual del Islam para los muertos cuyos cuerpos fueron destruidos o no han sido hallados. 

Khashoggi, un periodista también crítico con el príncipe heredero Mohammed Bin Salmán, fue asesinado el pasado 2 de octubre en el consulado saudita en Estambul. Su cuerpo fue desmembrado y no ha sido localizado desde entonces.

'Como estamos convencidos que el cuerpo nunca será encontrado, decidimos organizar esta oración para la salvación del alma de Jamal', explicó a la AFP Fatih Öke, director de la asociación turco árabe de medios (TAM), de la cual formaba parte el periodista asesinado.

Esta ceremonia, celebrada bajo la lluvia en la explanada de la mezquita Fatih, 'es también un mensaje que se envía al mundo para decir que el asesinato no quedará impune. Se hará justicia', declaró Ibrahim Pekder, habitante de Estambul que acudió al homenaje.

El homenaje a Khashoggi se desarrolló en un ambiente de escepticismo en Turquía respecto a la última versión dada el jueves por la justicia saudita sobre el asesinato del periodista.

La fiscalía saudita anunció el jueves que pedía la pena de muerte contra cinco de los acusados y exoneró al príncipe heredero, acusado por la prensa turca de estar relacionado con el asesinato. 

Según el fiscal saudita, que en total ha imputado a 11 personas, un equipo fue enviado a Estambul para traer al periodista de vuelta a Riad, de forma voluntaria o por la fuerza, pero su jefe tomó la decisión de asesinarlo sin consultar con sus superiores.

'Segunda grabación de audio'

Turquía ya expresó sus dudas respecto a esta versión.

Este viernes, un periódico turco indicó que hay pruebas, en particular una segunda grabación sonora, que contradicen esa versión

El influyente editorialista Abdulkadir Selvi, cercano al gobierno turco, afirma en el periódico Hürriyet que una grabación sonora en poder de las autoridades turcas demuestra que en ningún momento se intentó negociar con Khashoggi para convencerlo de que regresara a Arabia.

Según él, el periodista no fue drogado sino que lo estrangularon o asfixiaron 'con una cuerda o una bolsa de plástico'.

Según Selvi, los servicios de seguridad turcos también tienen una segunda grabación sonora de 15 minutos realizada antes del asesinato que no deja lugar a dudas sobre el carácter deliberado del crimen.

En esta cinta 'se oye al equipo saudita hablando sobre cómo van a matar a Khashoggi, revisando el plan preparado de antemano y recordando a cada uno de los miembros el papel' que deben desempeñar, según Selvi.

La versión saudita fue descartada este viernes por Yasin Aktay, un amigo de Khashoggi y consejero del presidente turco Recep Tayyip Erdogan. 

'Quieren hacernos creer que los asesinos tomaron ellos solos la decisión de matar a Jamal Khashoggi. No creemos esta historia', lanzó. 'Seguiremos preguntando quienes son realmente los que dieron la orden'.

Khashoggi 'mártir', MBS 'asesino'

Las pancartas exhibidas por los amigos de Khashoggi ante la mezquita no dejan lugar a dudas sobre sus sospechas, con la palabra 'mártir' bajo el rostro del periodista, y la inscripción 'asesino' bajo la del príncipe heredero Mohamed bin Salman, llamado 'MBS'.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha afirmado en varias ocasiones que la orden de matar a Khashoggi se dio 'al más alto nivel del Estado' saudita. Descartó la responsabilidad del rey Salmán pero la prensa y responsables turcos anónimos sí acusan al príncipe heredero, su hijo.

La administración Trump, que intentó en principio ser indulgente con su aliado saudita, acabó por endurecer su posición, al igual que otros países occidentales con estrechos vínculos con el reino.

El jueves, Estados Unidos anunció sanciones económicas contra 17 responsables sauditas implicados según Washington en el asesinato de Khashoggi.