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La primera ministra británica, Theresa May, rechazó este sábado las contrapropuestas a su proyecto de acuerdo para el Brexit, afirmando que no resolverían los problemas. 

La jefa de gobierno logró el miércoles un proyecto de acuerdo con la UE sobre el Brexit, tras el cual cuatro miembros de su gobierno dimitieron, debido en parte a la cuestión de Irlanda del Norte.

May podría enfrentarse a una moción de censura y, en el seno de su propio gobierno, un grupo de cinco ministros euroescépticos trata de persuadirla de modificar su proyecto de acuerdo, según publicaron varios medios este sábado.  

'La gente dice: si pudiera simplemente hacer algo ligeramente distinto, tener un acuerdo al estilo noruego o canadiense, ese problema del 'backstop' (sistema de seguridad, solución para evitar el regreso de una frontera terrestre entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda) desaparecería'. 

'No sería el caso. Ese problema seguiría ahí', declaró Theresa May en una entrevista al Daily Mail este sábado. 

Theresa May tuvo un momento de respiro este viernes, evitando una segunda ola de dimisiones y obteniendo el apoyo de dos pesos pesados eurófobos de su gobierno, el ministro de Medioambiente, Michael Gove, y el de Comercio Internacional, Liam Fox. También logró reemplazar los ministros que presentaron su dimisión y nombró a Stephen Barclay, abogado euroescéptico de 46 años, ministro del Brexit. 

Sin embargo, el juego está lejos de terminar. Según el Daily Telegraph, cinco ministros pro-Brexit, Michael Gove entre ellos, piensan hacer presión para que May regrese a Bruselas y negocie la posibilidad para Reino Unido de retirarse de manera unilateral del arreglo concluido para Irlanda del Norte después del Brexit. 

La próxima semana, una moción de censura podría presentarse si lo solicita el 15% del grupo conservador en el Parlamento, es decir 48 diputados. Unos 20 diputados conservadores ya se han pronunciado al respecto.