Carlos Ghosn, venerado en Japón por haber salvado a Nissan de la quiebra, fue arrestado ayer en Tokio por presunta malversación tras una investigación interna del fabricante de automóviles, que quiere destituirle cuanto antes.
La noticia cayó al final de la tarde en Japón. Los medios de comunicación anunciaron primero que el consejero delegado de Renault y presidente de los consejos de administración de Nissan y Mitsubishi estaba declarando ante la fiscalía de Tokio y más tarde que había sido detenido bajo sospechas de haber ocultado ingresos al fisco.
En un comunicado publicado poco después, Nissan dio detalles abrumadores para el franco-líbano-brasileño de 64 años que erigió en apenas dos décadas un imperio automovilístico, acumulando cargos como ningún otro dirigente de empresas de este tamaño había hecho antes que él.
Carlos Ghosn 'declaró durante años ingresos inferiores al montante real', afirmó Nissan, que llevó a cabo una investigación interna a raíz del informe de un denunciante. Otro dirigente, Greg Kelly, también está acusado, precisó la empresa.
'Además, se descubrieron otras malversaciones, como el uso de bienes de la empresa con fines personales', agregó el grupo diciendo que iba a proponer al consejo de administración que le 'destituya de su cargo rápidamente'. Al igual que Nissan, Mitsubishi también tiene previsto proponer la destitución del ejecutivo. Aún no se precisa la fecha del próximo consejo de administración. 'En respuesta al arresto de Ghosn, y dado que la supuesta mala conducta está relacionada con un problema de gerencia corporativa y cumplimiento, se propondrá a la Junta Directiva destituir a Ghosn en la brevedad', dijo la firma sobre el ejecutivo.