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Entre los principales puntos del acuerdo, respaldado ayer por los líderes europeos, que sienta las bases de la retirada del Reino Unido en marzo y que debe ratificar todavía el parlamento británico y la Eurocámara, tiene a Irlanda de Norte.

¿Cómo evitar la reintroducción de una frontera clásica entre Irlanda, país de la UE, y la provincia británica de Irlanda del Norte al tiempo que se preserva el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998? A ese reto, el acuerdo responde en dos tiempos.

La solución final pasa por la futura relación entre británicos y europeos, especialmente por un eventual acuerdo de libre comercio, que todavía deben negociar y que regirá al término del período de transición, inicialmente, el 31 de diciembre de 2020.

Si pese a todo siguen sin una solución al término de la transición, ambos acordaron una 'red de seguridad' que pasa por crear un 'territorio aduanero único' entre la UE y Reino Unido, sin aranceles ni cuotas en el mercado europeo para productos británicos.

Irlanda del Norte mantendría aquellas normas del bloque necesarias para evitar una frontera clásica en la isla, como las relativas a los productos agrícolas o las fitosanitarias.

Sobre los ciudadanos establecidos en Reino Unido y los británicos establecidos en un país de la Unión antes del final del período de transición podrán continuar viviendo su vida como antes en su país de residencia, dijo Michel Barnier.

Los derechos de los ciudadanos en la UE, como el de poder solicitar la residencia tras cinco años viviendo en un país, se respetará para aquellos residentes actualmente en Reino Unido o en uno de los otros 27 países del bloque o que lleguen durante el período de transición.

El proyecto de acuerdo prevé que más de 4 millones de ciudadanos (3,2 millones de europeos en Reino Unido y 1,2 millones de británicos en el resto del bloque) puedan continuar estudiando, trabajando, recibiendo ayudas y reagrupando a sus familias.

Sobre la transición, al definirse la separación el 29 de marzo (medianoche del 30 de marzo en Bruselas), Reino Unido seguirá durante 21 meses en el mercado interior de la UE y en la unión aduanera, para dar tiempo a las empresas y los países a preparar la ruptura final. Este período de transición finaliza el 31 de diciembre de 2020.