El presidente Donald Trump impuso su sello a la cumbre del G20, que se celebra en Buenos Aires en un ambiente de tensión por el conflicto entre Rusia y Ucrania y la 'guerra comercial' entre Estados Unidos y China.
Su llegada ha dejado algunas imágenes curiosas de su carácter intempestivo. A la escena del presidente norteamericano arrojando, de manera enérgica y sorpresiva, los auriculares contra el piso del salón Blanco, en señal de molestia por no entenderle al traductor, se sumó otro hecho ocurrido poco antes de la foto de grupo.
En el video se observa como Macri, como anfitrión, iba recibiendo a los líderes mundiales en el escenario de la foto de grupo. El primero en llegar fue Trump, que estrechó la mano de su homólogo y tras posar con él, se fue del escenario, sin esperar a que llegara el resto de mandatarios.
Uno de los encargados de protocolo tuvo que salir tras el inquilino de la Casa Blanca. La peculiar escena no escapó al ojo de los fotógrafos y el vídeo de la escena se difundió en redes sociales, donde no faltaron las bromas al respecto.
Según publicó El Clarín, Trump fue el único de los presidentes del G20 que decidió no compartir con sus pares el único momento en que todos los jefes de Estado se encuentran en absoluta soledad, sin asesores ni funcionarios revoloteando, viéndose las caras unos a otros y conversando sobre las cuestiones que sólo conocerán ellos mismos.
El mandatario estadounidense no quiso ingresar al salón del predio de Costa Salguero conocido como 'El Retiro', una sala que tenía sólo 20 sillas de cuero negro, señaló dicho medio de comunicación argentino.
Por este hecho, los organizadores se apuraron a quitar la silla reservada para Trump cuando se enteraron del desplante.
Así reaccionaron las redes sociales: