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Desde la inesperada decisión por referéndum de abandonar la UE, hasta el rechazo este martes por el Parlamento del acuerdo negociado con Bruselas, Reino Unido ha vivido más de dos años y medio de sobresaltos en su avance hacia el Brexit.

Voto a favor del Brexit

El 23 de junio de 2016, en un referéndum que se saldó con 52% de votos a favor y 48% en contra, los británicos decidieron poner fin a 45 años de integración en la Unión Europea.

Este resultado llevó a la dimisión del primer ministro conservador David Cameron. En la pugna por remplazarlo, el exalcalde de Londres Boris Johnson, partidario del Brexit, se retiró en el último momento y Theresa May, ministra del Interior de Cameron durante seis años, se convirtió en primera ministra el 11 de julio.

Pistoletazo de salida

Con una carta en la que anunciaba formalmente su intención de salir del bloque, el 29 de marzo de 2017 el gobierno británico activó el Artículo 50 del Tratado de la UE que rige el mecanismo de retirada voluntaria de un país miembro.

Se inició así el plazo de dos años que debe desembocar en la salida británica el 29 de marzo de 2019.

May pierde la mayoría

Intentando fortalecer su posición en las negociaciones, May adelantó las elecciones al 8 de junio y fracasó: perdió la mayoría absoluta y tuvo que negociar el apoyo de los 10 diputados del partido unionista norirlandés DUP para poder gobernar.

La cuestión irlandesa se convirtió en el principal escollo en las negociaciones: Londres y Bruselas quieren que la frontera entre Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte siga siendo de libre tránsito, pero ello casa mal con la oposición del DUP a que los norirlandeses tengan un trato diferente al resto de británicos.

Se acuerdan términos claves

El 8 de diciembre de 2017, tras negociaciones maratonianas, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y May anunciaban en Bruselas haber llegado a un acuerdo sobre algunos términos claves de la separación.

Estos incluían la factura que Reino Unido deberá pagar respetando los compromisos previamente adquiridos con el bloque: 39.000 millones de libras (51.000 millones de dólares, 44.000 millones de euros).

Dos ministros dimiten

El 6 de julio de 2018, May obtuvo el acuerdo de su gobierno para negociar el mantenimiento de estrechas relaciones comerciales con la UE tras el Brexit.

En los tres días siguientes, dimitieron el euroescéptico ministro del Brexit David Davis, quien afirmó que May estaba 'cediendo demasiado y demasiado rápido', y el ministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, que se convirtió en el principal detractor de los planes de May.

Acuerdo con los 27

El 13 de noviembre de 2018, Londres y Bruselas anunciaron haber alcanzado con un 'proyecto de Acuerdo de Retirada'. Dos días después cuatro miembros del gobierno británico dimitieron afirmando estar en desacuerdo con el texto, pese a lo cual May siguió adelante con su plan.

Tras superar una amenaza de veto, plateada a última hora por el gobierno de España respecto a las relaciones con Gibraltar tras el Brexit, el 25 de noviembre Reino Unido y los 27 sellan el Acuerdo de Retirada y una declaración política sobre la futura relación.

Votación aplazada y moción de censura

La Cámara de los Comunes debía ratificar o rechazar ambos textos en una histórica votación el 11 de diciembre. Tras tres días de debates parlamentarios en que se hizo patente que se encaminaba al fracaso, May anunció el 10 de diciembre que aplazaba la sesión y pediría más 'garantías' a los líderes europeos.

El 12 de diciembre, una cincuentena de rebeldes entre los 317 diputados del Partido Conservador de May lanzaron una moción de censura para arrebatarle el poder, pero fracasaron: 200 votaron a su favor y 117 en su contra.

Reveses en el Parlamento

Tras el receso de fin de año, el debate se reanudó el 9 de enero, pero incluso antes de su inicio el gobierno sufrió dos reveses: los diputados aprobaron una enmienda a la Ley de Finanzas que limita fiscalmente la aplicación de un Brexit sin acuerdo y otra que obliga al gobierno a presentar un Plan B en un plazo de tres días si el acuerdo de May es rechazado por el Parlamento el martes.

El 15 de enero, el acuerdo negociado por May con Bruselas fue rechazado por una amplia mayoría en el Parlamento de Westminster: 432 diputados votaron en contra y solo 202 a favor. El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, presentó inmediatamente una moción de censura contra el gobierno de May.