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La cifra de personas fallecidas por el estallido de un ducto de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) subió a 66 mientra y la de heridos, 76 heridos, informó este sábado el gobernador estatal Omar Fayad.

'El saldo que tenemos hasta hace unos minutos (...) es de 66 personas fallecidas y 76 personas heridas', dijo Fayad en rueda de prensa, en el Palacio Nacional de Ciudad de México, en la que se encontraba el presidente Andrés Manuel López Obrador.

'Es una tragedia que nos duele mucho. Estamos aquí para brindar todo el apoyo, el auxilio a los pobladores, a los afectados, a las víctimas', dijo a los periodistas el mandatario.

Agregó que la desgracia 'no cambia' su estrategia contra el robo de combustible y más bien demuestra 'desgraciadamente' la necesidad de mantenerla. 'Vamos a continuar hasta erradicar esta práctica', añadió.

El incendio fue sofocado poco antes de la medianoche del sábado (06h00 GMT) por lo que se espera que el ministerio público acceda al centro del desastre y verifique si hay más muertos y heridos, informó Omar Fayad, gobernador del estado de Hidalgo, donde ocurrió el incidente.

'Por desgracia vi la explosión, me acerqué a ayudarle a bastante gente', dice Fernando García, vecino de la zona de 47 años. 'Me tocó hacer a un lado pedazos de personas que ya estaban desechas', agrega.

En el lugar, rodeado por sembradíos, elementos del ejército y de la policía acordonan la zona mientras unidades de bomberos trabajan entre columnas de humo.

García critica que el ejército no haya replegado a las personas que se acercaban cuando comenzó a salir el combustible.

'Se hubiera prevenido todo esto si el ejército cuando llegó hubiera echado a toda la gente para afuera', afirmó.

Antes de que se extinguiera el fuego, una enorme llamarada y una columna gigantesca de humo se erigían sobre la zona de la explosión, mientras numerosos vehículos de emergencia rodeaban el perímetro.