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Miles de manifestantes marcharon este sábado en Estados Unidos en defensa de los derechos de las mujeres y contra el gobierno de Donald Trump, aunque esta tercera edición de la Marcha de las Mujeres está marcada por divisiones ante acusaciones de antisemitismo.

El disenso impulsó a varias mujeres a unirse a una organización paralela, 'March On', y los dos movimientos marcharon por separado por todo el país, desde Los Ángeles hasta Chicago y Atlanta.

En víspera del segundo aniversario de la toma de posesión del presidente Trump, varios centenares de personas se congregaron en torno a la Casa Blanca, en Washington, mientras Trump se encontraba fuera de la capital federal.

Muchos de los participantes llevaban gorros rosa, emblema del movimiento.

Este año, los manifestantes también denunciaron la separación de las familias migrantes arrestadas en la frontera con México y el muro que pide Trump, que la oposición demócrata se niega a financiar y que ha provocado el cierre parcial del gobierno desde el 22 de diciembre.

En 2018, las marchas reunieron a más de 500.000 personas, incentivadas por los movimientos #MeToo y Time's Up contra el acoso y la violencia sexual.