La vida te da sorpresa, sorpresa te da la vida, señala el coro de la mundialmente conocida canción Pedro Navaja, de la autoría del panameño Rubén Blades. Y eso fue lo que le sucedió a todo un personaje mundial y respetado en Centroamérica y gran parte del planeta tierra, Óscar Arias Sánchez, dos veces presidente de Costa Rica y premio Nobel de Paz.
Nacido en 1941, adelantó sus estudios en Estados Unidos y con una licenciatura en leyes en su país, es, o era, ya no se sabe, admirado al ganarse el respeto en todas partes por llevar la paz a Centroamérica. Y todo ese prestigio en cuestión de minutos y horas se le vino abajo el lunes de esta semana cuando la médica Alexandra Arce von Herold lo acusara por un caso de acoso sexual ocurrido en 2014. Y quién dijo miedo. Eso sirvió de fuga de escape, porque hasta el viernes van cinco denuncias de mujeres. La última denuncia fue dada a la luz pública ese día. La exmiss Costa Rica Yazmín Morales, una filóloga de 48 años, contó al diario local La Nación que se animó a presentar su queja tras conocer la denuncia de Arce.
'Me envalentoné', indicó Morales. 'Si lo hizo una joven como ella, ¿por qué no yo, que representé a Costa Rica en concurso de belleza?', dijo al diario.
Morales aseguró a ameliarueda.com que en 2015, cuando sufrió el acoso, buscó asesoría legal para presentar su caso ante la justicia, pero tres abogados le recomendaron no acusar a Arias, la figura política más influyente del país centroamericano.
Tras la revelación de la demanda de Arce von Herold, Morales hizo un nuevo intento de denuncia, pero los primeros abogados que consultó no aceptaron llevar su caso.
'Logré encontrar a uno (abogado) que sí decidió ayudarme y acompañarme, el pasado jueves, a presentar la denuncia', comentó la mujer, citada por ameliarueda.com.
En su demanda señaló que el abuso ocurrió en 2015 en la casa de Arias, donde acudió invitada por el expresidente a través de una red social para obsequiarle con un libro.