Las autoridades aduaneras de Indonesia detuvieron en la madrugada de este sábado 23 a un turista ruso acusado de drogar e intentar transportar de contrabando a una cría de orangután en la isla de Bali.
Andrei Zhestkov, de 27 años, fue descubierto en el aeropuerto internacional de Bali después de que los agentes de aduanas encontraron a un orangután de 2 años que dormía en una canasta de su equipaje; según los datos facilitados el domingo por Ketut Catur Marbawa, funcionario de la agencia de conservación de la naturaleza de Bali.
El ministerio de medio ambiente y silvicultura de Indonesia ha confirmado que los agentes de aduanas también encontraron dos geckos y cinco lagartos en la maleta de Zhestkov. Todos los animales estaban vivos.
El detenido reconoció que había suministrado diversas pastillas al orangután, mezcladas con leche hasta que perdió el conocimiento. Según la versión del detenido, había comprado el orangután por equivalente a unos 2.800 euros, después de que los vendedores les indicaran que sería fácil trasportarlo como un animal de compañía.
La Policía indonesia investiga ahora si se trata de un caso aislado o si el detenido tiene antecedentes o está relacionado con alguna trama de contrabando de animales.
El servicio de naturaleza de Bali ha recordado que los orangutanes están protegidos por la legislación local e internacional; además de estar catalogados como especie en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Los expertos calculan que sólo viven unos 13.400 orangutanes en el medio natural, mientras que a finales del siglo XX la cifra superaba los 100.000 ejemplares. La destrucción del hábitat natural -en parte por la expansión de cultivos como el de palma de aceite- y el comercio ilegal son las dos causas principales de esta regresión.