El escándalo comenzó el 3 de noviembre de 2017 con la detención del comisario jubilado José Manuel Villarejo.
Hasta hace dos años, en España existía una especie de Policía política, la llamada Brigada Patriótica. Era un grupo creado en el seno de la Policía Nacional durante la época del ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, bajo el gobierno de Mariano Rajoy del Partido Popular.
En España bajo la dictadura de Francisco Franco existió una policía secreta encargada de perseguir y reprimir a todos los movimientos opositores al franquismo. Le llamaban Brigada Político Social. Pero que algo parecido ocurriera en un gobierno democrático fue un escándalo en la prensa.
Villarejo, a quien no le gustaba dar declaraciones a la prensa y solía ocultar su rostro, se le veía como un hombre misterioso. Era uno de los líderes de esa Policía Patriótica que al parecer, fue creada para perseguir opositores políticos.
El nombre del comisario jubilado ha vuelto a sonar tras conocerse un informe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía española donde revelan un supuesto espionaje a Pablo Iglesias, secretario general del partido político de izquierda Podemos.
Villarejo tiene un amplio catálogo de delitos de corrupción política por los que se le investiga y su nombre sale de la sombra en diferentes casos como el Gürtel, Gao Ping, doctora Pinto, el pequeño Nicolás, Operación Cataluña, entre otros.
Al comisario se le relaciona con una red de espionaje de la que hacían parte, periodistas, editores, jueces, fiscales, policías y empresarios. Su caso revivió el pasado 28 de marzo cuando admitió que participó en una 'investigación policial' contra Pablo Iglesias.