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El presidente francés Emmanuel Macron anunció el viernes dos gestos para intentar dilucidar el rol de Francia en el genocidio ruandés de 1994, al abrir a los historiadores todos los archivos y reforzar los medios para llevar ante la justicia a los responsables de aquellas matanzas.

En víspera de las ceremonias el domingo del 25 aniversario del genocidio de Ruanda, Macron recibió el viernes en el palacio presidencial del Elíseo a miembros de la asociación Ibuka France, dedicada al 'apoyo a los supervivientes' y a la 'memoria' de esta tragedia.

En esta ocasión, Macron anunció la creación de un comité de historiadores que tendrá acceso a 'todos los archivos franceses' sobre el período 1990-1994, indicó un comunicado del Elíseo.

'Esta comisión, de ocho investigadores e historiadores, bajo la égida del profesor Vincent Duclert, tendrá como misión consultar el conjunto de archivos franceses relativos al genocidio, en el período 1990–1994, para analizar el rol de Francia (...) y contribuir a un mejor conocimiento del genocidio de los tutsis', indica el comunicado.

Ibuka France, fundada en 2002, es la versión francesa de Ibuka ('Recuerda'), principal organización de supervivientes del genocidio en Ruanda.

El trabajo de la comisión debe servir a 'ayudar a construir la materia histórica necesaria para la enseñanza de este genocidio en Francia', añade la misma fuente. El informe deberá ser entregado en un plazo de dos años.

La creación de esta comisión corresponde a un compromiso de Macron tras una reunión con el presidente ruandés Paul Kagame en mayo de 2018.

El papel de París antes, durante y después del este genocidio --que según la ONU causó entre abril y julio de 1994 al menos 800.000 muertos esencialmente en la minoría tutsi-- sigue siendo objeto de polémica en Francia.

Entre los aspectos más debatidos figura la magnitud de la asistencia militar aportada por Francia al régimen del presidente ruandés hutu Juvénal Habyarimana de 1990 a 1994, y las circunstancias del atentado que le costó la vida el 6 de abril de 1994, un elemento que desencadenó el genocidio.

Macron, pese a haber sido oficialmente invitado por Kagame, será el gran ausente de las ceremonias de conmemoración del genocidio, que se celebran en Kigali este domingo.

En su lugar, acudirá el diputado Hervé Berville, un huérfano tutsi ruandés adoptado por una familia francesa en 1994.

Reforzar los medios

Además Macron anunció un 'refuerzo' de los medios judiciales y policiales para acelerar acciones penales contra personas sospechosas de haber participado en el genocidio tutsi en Ruanda, y que se hallarían en Francia.

El objetivo es que esos sospechosos puedan 'ser juzgados en un plazo razonable', indica el comunicado del Elíseo

'Al cumplir con sus compromisos, el Presidente de la República desea que se reúnan las condiciones para que emerja la expresión de una verdad histórica, y consagre la presencia del genocidio de los tutsis en la memoria colectiva francesa' afirma el Elíseo, que prevé crear una 'cátedra de excelencia dedicada al genocidio de los tutsis' para favorecer 'la emergencia de una nueva generación de especialistas sobre este tema'.