La Fiscalía de lavado de activos ratificó el jueves el pedido de prisión preventiva para el octogenario expresidente de Perú Pedro Pablo Kuczynski por el escándalo de corrupción de Odebrecht, desestimando el hecho de que está hospitalizado tras sufrir una crisis cardíaca.
La Fiscalía 'no variará el pedido de prisión preventiva por arresto domiciliario y mantendrá el pedido por 36 meses de prisión preventiva', dijo el fiscal José Domingo Pérez al reanudarse la audiencia que se había suspendido el miércoles.
Los investigadores descartaron solicitar arresto domiciliario en lugar de prisión preventiva alegando que Kuczynski no padece enfermedad grave, requisito legal para que un acusado permanezca detenido en su vivienda.
El abogado César Nakazaki, defensor del exmandatario, afirmó no estar 'en contra de una investigación que ya lleva cerca de dos años', pero dijo no entender por qué se aplicaba 'prisión preventiva para un anciano de 80 años con problemas de salud'.
'El fiscal no respeta el derecho a la salud de mi paciente, lo comprendo porque es un cazador', agregó.
Kuczynski se halla en la unidad de cuidados intensivos de la clínica Angloamericana desde la madrugada del miércoles tras sufrir una súbita crisis de hipertensión arterial.
El expresidente (2016-2018) fue sometido a un cateterismo porque su presión alta provocó un alto riesgo de obstrucción al corazón, según su médico personal Jaime del Castillo.
Los problemas de salud del expresidente provocaron que el miércoles durante la audiencia, el fiscal del caso, José Domingo Pérez, anunciase que evaluaría modificar el pedido de prisión preventiva por arresto domiciliario.
Kuczynski se encuentra bajo detención preliminar por 10 días desde el 9 de abril en el marco de una investigación por el presunto delito de lavado de activos en el escándalo de corrupción de constructora brasileña Odebrecht.
El exitoso exbanquero de Wall Street es investigado por pagos de Odebrecht a dos empresas ligadas a él cuando Kuczynski se desempeñaba como ministro de Economía del gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006).
Odebrecht reveló a fines de 2017 que había pagado casi cinco millones de dólares por asesorías a First Capital y a Westfield Capital. El expresidente negaba hasta ese momento todo vínculo con el grupo brasileño.
La Fiscalía asegura que Kuczynski favoreció a Odebrecht a través de un entramado legal en la construcción de la carretera interoceánica Perú-Brasil y el proyecto de irrigación hidroenergética Olmos, en el norte de Perú.
Además, Jorge Barata, exjefe de Odebrecht en Perú, dijo a fiscales peruanos en Brasil que la empresa aportó 300.000 dólares a la campaña presidencial de Kuczynski en 2016, un monto que no figura en los registros de ingresos.
Esta revelación provocó un proceso de destitución en el Congreso, que culminó con la renuncia de Kuczynski en marzo de 2018.