Para muchos ciudadanos de Sri Lanka, los atentados del Domingo de Pascua despertaron el terrible recuerdo de la violencia del período oscuro de la guerra civil, que llegó a su fin hace diez años.
'Ahora tenemos miedo de tocar las bolsas de basura de plástico negro. La serie de explosiones de ayer nos trajo a la memoria la época en la que teníamos miedo de tomar autobuses o trenes debido a los paquetes bomba', declaró Malathi Wickrama, una barrendera municipal de la capital Colombo.
El conflicto, que durante más de treinta años enfrentó a la mayoría cingalesa y a la rebelión independentista tamil, costó la vida a más de 100.000 personas entre 1972 y 2009, según las estimaciones de Naciones Unidas.
En aquel entonces, los atentados con bomba eran moneda corriente y tenían atemorizados a los habitantes cuando caminaban por la calle o tomaban el transporte en común.
La isla, atacada el domingo por una serie de atentados suicidas en hoteles de lujo e iglesias, no había conocido tanta violencia desde entonces. El balance se elevó el lunes a 290 muertos y 500 heridos.
'Transporté a unos ocho niños heridos ayer', relata a la AFP Shantha Prasad, que ayudó a llevar camillas a un hospital de Colombo.
'Había dos niñas de seis y ocho años, la misma edad que mis hijas', recuerda emocionado. 'Sus ropas estaban desgarradas y manchadas de sangre. Es insoportable volver a ver este tipo de violencia'.