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Miles de personas se congregaron el viernes en la Plaza de Colón de Madrid bajo la enorme bandera española que ondea en este lugar emblemático de la capital. Tras varios días de lluvia, el sol brillaba para el mitin de cierre de campaña de Vox, el partido de ultraderecha cuyo auge es la gran novedad de estos comicios. Todos los sondeos presagian que con Vox habrá por primera vez un partido de la extrema derecha en el Congreso de los Diputados desde la transición a la democracia hace 40 años. La formación apela a un nacionalismo exaltado que es en buena parte reacción al nacionalismo separatista en Cataluña. 'Vosotros habéis despertado el alma dormida de España', dijo el líder de Vox, Santiago Abascal, a sus seguidores que respondían con cánticos como 'yo soy español, español, español'.

Seis semanas antes, en el mismo escenario tuvo lugar una manifestación por la unidad de España que reunió a Abascal con los líderes del conservador Partido Popular (PP), Pablo Casado, y de la derecha liberal de Ciudadanos, Albert Rivera. Era la escenificación de las tres derechas, o el 'trifachito' como lo llaman ya desde la izquierda. Poco antes, las tres formaciones se habían puesto de acuerdo para echar del poder al partido socialista (PSOE) en Andalucía, su gran feudo electoral.

Ahora, todo el país está pendiente de si las elecciones de hoy, las terceras en algo más de tres años, depararán un resultado que pueda permitir la reedición de este pacto a nivel nacional. Debido al complejo sistema electoral, con un reparto de escaños por provincias, el desenlace es más imprevisible que nunca. Todas las encuestas ponen al PSOE del presidente Pedro Sánchez en cabeza, con hasta el 30% del los votos. El socialista aspira a sumar una mayoría en la Cámara de 350 diputados junto con sus socios de la izquierda de Unidas Podemos y, si fuera necesario, con el apoyo de los diversos partidos nacionalistas que en junio del año pasado le ayudaron a desbancar al conservador Mariano Rajoy del poder a través de una moción de censura constructiva motivada por los escándalos de corrupción del PP.