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El ministro de Justicia de Chipre, Ionas Nicolaou, anunció su renuncia el jueves luego del clamor popular por la falta de investigación de los supuestos asesinatos en serie de siete mujeres y niñas extranjeras.

Nicolaou afirmó que entregó su renuncia al presidente Nicos Anastasiades por razones de 'principios y conciencia', agregando que no estaba involucrado de manera personal en el caso que pasó inadvertido por casi tres años.

Un sospechoso identificado por los medios chipriotas como Nicos Metaxas, oficial del ejército griego-chipriota de 35 años, confesó los siete crímenes de lo que se consideran los primeros asesinatos en serie en la isla del Mediterráneo. 

'Comunique al presidente la decisión de renunciar a mi cargo como ministro de Justicia por razones de responsabilidad política', dijo a la prensa Nicolaou al formular el anuncio.

También pidió a la comisión de denuncias policiales lanzar una investigación independiente para determinar quién es el responsable, indicando que era evidente la falta de investigación inicial por las siete víctimas.

'Nunca he mostrado ninguna falta de respeto, pero he demostrado la necesidad de una investigación independiente que indicará las brechas en los procedimientos', señaló Nicolaou, cuya renuncia fue aceptada.

La policía halló los cuerpos de dos filipinas, una mujer que se cree era nepalí y una cuarta aún no identificada en y alrededor de dos lagos en las afueras de Nicosia, luego de que turistas descubrieran un primer cadáver el 14 de abril.

La policía busca otros tres cuerpos: una niña filipina de seis años y una rumana y su hija.

Las autoridades chipriotas han sido acusadas de no haber investigado como debían las primeras desapariciones por negligencia y racismo.