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La policía alemana emitió el miércoles una orden de búsqueda contra un hombre que aprovechó que probaba un Ferrari GTO, un modelo exclusivo y que cuesta más de dos millones de euros, para robarlo.

El sospechoso se presentó el martes a mediodía en un concesionario de coches antiguos en Neuss Uedesheim, en la periferia de Düsseldorf, donde mostró interés por un Ferrari 288 GTO, de color rojo, producido a menos de 300 ejemplares en los años 1980, explicó la policía local en un comunicado.

El hombre, cuya foto fue distribuida por la policía, logró convencer al concesionario para realizar una prueba por carretera, antes de una posible compra. Pero se esfumó con el coche, valorado en 2,2 millones de euros.

Su anterior propietario no era otro que un expiloto de Fórmula 1, el norirlandés Eddie Irvine, según el diario Bild.

El Ferrari finalmente fue visto circulando en otra ciudad cerca de Düsseldorf, Neuss, según testigos. Los policías lo encontraron en un garaje. El conductor sigue prófugo.