Warner y Universal se unieron al creciente número de estudios de Hollywood que han amenazado con dejar de producir contenidos en el estado de Georgia si su polémica ley antiaborto entra en vigor.
'Seguiremos de cerca la situación y si la nueva ley se mantiene reconsideraremos a Georgia como sede de cualquier nueva producción', dijo Warner Media en un comunicado enviado a la AFP. 'Como siempre, trabajaremos de cerca con nuestros socios en producción y talento para determinar dónde hacer cualquier nuevo proyecto'.
Netflix y Disney también han dicho que reconsiderarían producir en el estado conocido como el Hollywood del sur, si llega a aplicar la polémica ley del ‘latido del corazón’, que prohíbe interrumpir el embarazo después de las seis semanas de gestación.
NBC Universal dijo que espera que esas leyes enfrenten 'serios desafíos legales' y que no entren en vigor 'mientras esos procesos continúen en los tribunales'.
'Si alguna de estas leyes es ratificada, tendría un fuerte impacto en el proceso de toma de decisiones de los lugares donde produciremos nuestro contenido futuro', añadió.
Warner Media está filmando actualmente en Georgia el filme de horror ‘El conjuro 3’ y tiene previsto comenzar la producción de la secuela de ‘Escuadrón Suicida’. También está produciendo para su canal HBO ‘Lovecraft Country’, de Jordan Peele y J.J. Abrams, y ‘The Outsider’, que tiene a Jason Bateman como productor ejecutivo.
Georgia se ha convertido en el tercer centro de producción más grande del país gracias a los incentivos fiscales de hasta 30% -entre los más generosos del mundo- que ofrece a las productoras de cine y televisión.
Solo el año pasado, 92.000 puestos de trabajo en el estado estaban relacionados con la industria, que trajo un impacto económico de 9.000 millones de dólares en producción.
La cercana relación entre este escenario y las multinacionales, se ve ahora amenazada por la ley sobre el aborto, sancionada el 7 de mayo por el gobernador republicano, Brian Kemp.
La ley llevó a activistas, actores y otros miembros de la industria del entretenimiento a boicotear el estado.
El objetivo de círculos conservadores es la revocación del histórico fallo de 1973 de la Corte Suprema en el caso Roe contra Wade, que legalizó el aborto en todo el país.