El presidente estadounidense Donald Trump afirmó el martes, en el segundo día de su visita de Estado a Reino Unido marcado por las protestas, confiar en que ambos países alcancen un gran acuerdo comercial tras el Brexit.
'Creo que tendremos un acuerdo comercial muy, muy sustancial', afirmó Trump en el inicio de una reunión con empresarios británicos y estadounidenses en compañía de la primera ministra Theresa May. 'Lo vamos a hacer', agregó.
Alabando la 'gran alianza' entre ambos países, May subrayó por su parte creer 'que podemos hacerla aún más grande' gracias a un gran acuerdo bilateral 'con una cooperación económica más amplia, y continuando con nuestro trabajo conjunto para apuntalar, moldear e influenciar la economía global y sus reglas e instituciones'.
May fue el primer líder extranjero recibido en la Casa Blanca tras la victoria electoral de Trump, pero la relación entre ambos está lejos de ser perfecta: Reino Unido defiende el acuerdo nuclear con Irán y el acuerdo sobre el clima de París, ambos denunciados por Washington.
El mandatario estadounidense ha criticado varias veces la estrategia negociadora de la primera ministra con Bruselas y presiona a Reino Unido para que excluya al gigante tecnológico chino Huawei de su red 5G por motivos de seguridad, sugiriendo que no hacerlo podría dañar la cooperación de inteligencia entre ambos países.
Un alto cargo del gobierno británico afirmó el martes a The Times que May 'no se disculpará' por haber decidido, según la prensa, permitir que Huawei construya partes no vitales de la próxima generación de internet móvil del país.
'Baby Trump' en las protestas
Si la víspera, primera jornada de esta visita de Estado de tres días, estuvo casi exclusivamente dedicada a la familia real, con recibimientos protocolarios por la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham, el martes será el día de los encuentros políticos y las protestas.
Marcando el tono, los manifestantes convocados por diversas organizaciones de defensa de los derechos humanos, la lucha contra el cambio climático o contrarios a la guerra comenzaban a congregarse por la mañana frente al Parlamento británico con pancartas que decían 'Boten a Trump'.