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La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció ayer la 'erosión del Estado de derecho' en Venezuela, advirtiendo también una vez más que las sanciones internacionales agravan la crisis en el país.

Bachelet, que presentó su informe sobre Venezuela que da cuenta del asesinato de miles de personas por parte de las fuerzas de seguridad, afirmó que el ejercicio de las libertades y los derechos fundamentales, como la libertad de expresión, comporta en este país 'un riesgo de represalias y de represión'.

'Las principales instituciones y el Estado de derecho en Venezuela han sido erosionados', dijo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU Bachelet, que viajó a Venezuela del 19 al 21 de junio.

Aún siendo muy crítica con Caracas, la Alta Comisionada estimó sin embargo que se tenía que 'dar una oportunidad' al gobierno para poder hacer reformas, sin fijar una 'fecha límite'.

Destacó un 'nuevo compromiso' de Caracas después de la liberación de 62 detenidos hace unos días tras su visita y 'ayer otros 22, entre ellos el periodista Braulio Jatar y la jueza Lourdes Afiuni'.

El gobierno también aceptó la presencia de dos delegados de la ONU de derechos humanos y el envío de 10 relatores especiales en los dos próximos años.

Caracas se comprometió además a suministrar a la ONU un 'acceso total a todos los centros de detención', indicó la Alta Comisionada.

Bachelet aseguró, ante la prensa, que iba a seguir cooperando con Caracas, pero advirtió que el 'Estado tiene la responsabilidad principal de garantizar los derechos humanos'.

El informe de la ONU, publicado la víspera, fue inmediatamente denunciado por Caracas como un documento lleno de 'errores'. El viceministro de Relaciones Exteriores venezolano, William Castillo, presente en la ONU el viernes, exigió la 'corrección' del documento.