China instó este martes a Estados Unidos a 'anular inmediatamente' el proyecto de venta de 2.200 millones de dólares en armas a Taiwán, una nueva escalada de tensión entre ambos países, inmersos en una guerra comercial.
'China exhorta a Estados Unidos (...) a anular inmediatamente este proyecto de venta de armas a Taiwán y detener cualquier vínculo militar entre Taiwán y Estados Unidos', dijo el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, en rueda de prensa.
El Congreso ha sido notificado de esta venta, que incluiría 108 tanques Abrams M1A2T y unos 250 misiles Stinger. Los legisladores estadounidenses tienen 30 días para objetar, lo que parece poco probable.
'La venta de armas por Estados Unidos a Taiwán (...) viola seriamente el principio de una sola China (...) interfiere gravemente en los asuntos internos de China y socava su soberanía e intereses de seguridad', declaró Geng.
El gobierno de China 'expresó su profundo descontento, así como su firme oposición, y ya protestó oficialmente ante Estados Unidos', agregó.
El portavoz destacó la necesidad de evitar que se sigan dañando las relaciones entre China y Estados Unidos.
La iniciativa de venta ocurre en medio de tensiones entre Pekín y Washington, que se libran una guerra comercial desde el año pasado.
China considera como parte de su territorio a la isla de Taiwán, que no es reconocida como un Estado independiente por la ONU.
Washington, quien rompió relaciones diplomáticas con Taiwán en 1979 para reconocer al gobierno de Pekín como único representante de China, sigue siendo no obstante el aliado más poderoso de la isla y su principal proveedor de armas.
Esta no es la primera vez que Estados Unidos autoriza la venta de armas a Taiwán, y cada vez que lo hace provoca la ira de China.
'Equipo obsoleto'
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sin embargo, ha tratado de fortalecer los lazos con Taiwán y parece más dispuesto a venderle armas.
La venta propuesta 'contribuirá a la modernización de la flota de tanques de batalla principales' y mejorará su sistema de defensa aérea, según una declaración de la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA), que forma parte de Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Además, 'daría apoyo a la política exterior y de seguridad nacional de Estados Unidos al ayudar a mejorar la seguridad y capacidad defensiva' de Taiwán, agregó la DSCA.
La isla está gobernada por un gobierno rival que se refugió en la isla después de la toma del continente por parte de los comunistas en 1949, al finalizar la guerra civil china.
Pekín amenaza con recurrir a la fuerza en caso de que Taipéi proclame formalmente la independencia o haya una intervención exterior, principalmente de Estados Unidos.
Taiwán quedaría totalmente superado en términos de número de tropas y potencia de fuego en cualquier conflicto con China, y ha buscado actualizar gran parte de su equipo militar cada vez más obsoleto, especialmente en su fuerza aérea.
'Taiwán está en la primera línea de las ambiciones de expansión de China y se enfrenta enormes amenazas y presiones de Pekín', señaló en un comunicado el ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán.
'Esta venta de armas de tanques M1A2 y varios misiles ayudará enormemente a incrementar nuestras capacidades defensivas', añadió.
Los tanques Abrams y los misiles Stinger –que son portátiles y pueden ser movidos rápidamente por los soldados en el terreno– aumentarían significativamente la capacidad de Taiwán para contrarrestar la defensa y los aviones de guerra chino en una eventual invasión.
Los tanques M1A2 'son realmente confiables y se convertirán en una parte esencial de nuestra defensa terrestre' por su capacidad de maniobra, dijo a la prensa Yang Hai-ming, teniente general del Ejército taiwanés.
'Tener el M1A2 para reemplazar nuestros tanques más viejos aumentar rápida y efectivamente nuestra capacidad de defensa', añadió.
China ha incrementado significativamente la presión diplomática y militar sobre Taipéi desde que la presidenta Tsai Ing-wen fue elegida en 2016.