La familia de Emanuela Orlandi, una adolescente que desapareció misteriosamente hace 36 años en Roma, fue convocada por el Vaticano el 20 de julio para asistir a la inspección de unos restos que acaban de ser localizados, anunció este sábado la Santa Sede.
Las tumbas de dos princesas del siglo XIX fueron abiertas el jueves en un pequeño cementerio alemán dentro de los muros de la Ciudad del Vaticano, con la autorización del Vaticano y por pedido de la familia de la desaparecida.
La familia había recibido una información anónima en la que se indicaba que los restos de Emanuela podían estar en esas sepulturas. Pero en las tumbas, una vez abiertas, no se encontró ninguna osamenta.
El sábado, el portavoz de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, anunció sin embargo que fueron localizadas dos osamentas en el sótano del Colegio Teutónico, junto al cementerio alemán.
Se puede acceder a ellas a través de una trampilla, cerrada hasta la inspección programada el sábado 20 de julio por la justicia del Estado del Vaticano, en presencia de representantes de la familia Orlandi.
Los expertos consideran que los esqueletos de las princesas pudieron ser trasladados a ese lugar con motivo de las obras de ampliación del Colegio Teutónico, realizadas en los años 60 y 70. Estas obras también afectaron al cementerio.
Orlandi, hija de un empleado del Vaticano y entonces de 15 años, residía dentro de las murallas del Vaticano, y fue vista por última vez el 22 de junio de 1983 cuando salía de una clase de música en el centro de Roma.