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El peso de la justicia de EEUU, que sentenció al Joaquín Chapo Guzmán a cadena perpetua, no termina. Ahora la Fiscalía va por su patrimonio. El ente acusador estadounidense ha avalado en USD 1.200 millones el valor de lo que dejó en México el narcotraficante, según las investigaciones.

Aunque en la sentencia al Chapo de acabar sus días en una prisión en Florence, Colorado fue acusado de traficar o intentar traficar 1.213 toneladas de drogas este país durante un cuarto de siglo, así como 1,44 toneladas de base de cocaína, 222 kg de heroína, casi 50 toneladas de marihuana y 'cantidades' de metanfetaminas, el gobierno estadounidense busca requisarle más dinero.

En el juicio, celebrado la semana pasada en Nueva York, se indicó que 12.600 millones de dólares es la suma que habría amasado y corresponde los cálculos de la droga que ingresó a Estados Unidos.

Las 1.213 toneladas de toneladas pueden compararse con cinco estatuas de la Libertad de Nueva York (tiene un peso de 225 toneladas), y hasta ahora no ha podido incautar al Chapo ni un centavo.

Para los gobiernos de México y Estados Unidos es un desafío poder determinar, más allá de los estimados, a cuánto asciende la fortuna de Guzmán. Aunque los activos del mexicano alcanzaron a evaluarse hasta el 2009, cuando fue incluido entre las 700 personas con más patrimonio del mundo de acuerdo a la revista Forbes, en 2013 fue retirado del listado.

La publicación calculó sus activos en 1.000 millones de dólares y fue desactivado de esa lista por fallos en la metodología y por 'recomendación de Estados Unidos', dijo en una entrevista Jonathan Torres, editor de la revista Forbes, a la periodista Carmen Aristegui.

Cuando empezó a ser acosado, hostigado por las autoridades de México y convertirse en el trofeo deseado por la policía antinarcóticos de Estados durante más de una década, el capo de Mazatlán logró esconderse pero en 2014 fue detenido y recluido en una penitenciaría; luego huyó y finalmente capturado para después ser extraditado.

Sin registros contables

Para determinar el tamaño de su patrimonio, detectar los que hoy protegen su fortuna de su emporio, más allá de las posibles herederas las hijas mellizas y su esposa Emma Coronel, de 30 años edad, el gobierno de Estados Unidos tendrá que rastrear las ganancias de traficar. Un negocio que no deja rastros ni tiene libros contables como prueba.

Emma Coronel, que se señala tiene una vida de lujo, no ha sido investigada, y la diputada de Sinaloa, Lucero Sánchez declaró en enero pasado que Guzmán creo algunas empresas fantasmas con direcciones en Europa, y tenía varias mansiones.

En el juicio se revelaron mensajes entre el narcotráficante y sus colaboradores a los que les decía que pagaran las rentas de dos bodegas en Europa.

Es por ello que los testigos claves como la colombiana Andrea Vélez, quien trabajó con el Chapo Guzmán, pero lo traicionó para colaborar con el FBI como testigo clave en el juicio, también sumarán en la ayuda para identificar e ir tras la pista de los bienes del narcotraficante.

Andrea Vélez fue inculpada de delitos de narcotráfico en mayo de 2012 en una corte de Nueva York, pero al parecer no estuvo nunca en la cárcel.

El agente del FBI Steven Marston contó en el juicio del Chapo que Vélez fue abordada en Colombia en septiembre de 2012 para que trabajase como informante en las investigaciones contra el Chapo y Alex Cifuentes.

Vélez aceptó para no ir a la cárcel, el FBI le pagó 290.000 dólares, y cuando su vida estuvo en riesgo en 2013, la trasladaron a Estados Unidos y le dieron una visa especial para testigos cooperantes.

La mujer dio a entender que hoy es parte del programa de protección de testigos del gobierno estadounidense y tiene una nueva identidad.

Afirmó que deseaba contar su historia para 'dejar de ser un nombre sin rostro'.

Lo perdí todo

Todo empezó con la amistad entre Andrea Vélez y el narco colombiano Alex Cifuentes, socio del Chapo.

Cifuentes, testigo de la fiscalía en el juicio del Chapo, relató que Andrea era su persona de mayor confianza. La conoció a través de una actriz colombiana, y como no tenía dónde vivir, le ofreció su apartamento en Cancún.

Andrea se convirtió rápidamente en su secretaria, vocera y mano derecha. Manejaba toda su caja chica, le compraba su ropa, sus relojes y todas sus cosas personales. Hasta 'sábanas de 500 dólares', según el abogado del
Chapo, Jeffrey Lichtman.

Coordinaba su agenda y sus contactos, y como su vocera, se reunía con integrantes de la guerrilla colombiana de las Farc con narcos de Canadá o Ecuador o con militares corruptos.

Tenía también una agencia de modelos en Ciudad de México, una empresa de fachada para suministrar prostitutas a militares mexicanos,
todo pagado por el Chapo.

'Confieso que pequé, pero por eso pagué un alto precio', dijo Vélez en la sentencia. Por 'mi sueño de grandeza perdí mi familia, mis amigos, me convertí en una sombra sin nombre. Tuve todo y perdí todo, hasta mi identidad', dijo Vélez.

Entregaron información

El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard (foto), dijo que Estados Unidos entregó información sobre los bienes del ‘Chapo’ Guzmán. El funcionario agregó que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y la Fiscalía General de la República 'están ya trabajando para la recuperación de bienes o activos' de Guzmán.

Estados Unidos y México, según Ebrard, tienen un acuerdo para que los dos países participen en la confiscación de bienes.

'Ya nos remitieron buena parte de la información, casi toda, y están ya trabajando para la recuperación de bienes y activos, vinculados, no solo a él, sino a toda la red que tenían ellos', dijo Ebrard al Excelsior.