Compartir:

Robert Mueller, el fiscal especial que investigó la trama rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, dijo este miércoles en el Congreso que sus indagaciones no exoneran al presidente Donald Trump, pero adelantó también que no dirá si el mandatario cometió un delito.

Dos audiencias legislativas, trasmitidas a nivel nacional y que se espera sean maratónicas, permitirán a los estadounidenses escuchar al hombre detrás de la larga y cuestionada investigación.

Tres meses después de la publicación del informe final sobre la pesquisa de dos años sobre las presidenciales de 2016, gran parte del público estadounidense sigue sin tener claros los hallazgos de Mueller en cuanto a si Trump obstruyó penalmente a la justicia y si su campaña se confabuló con los rusos para perjudicar a su rival demócrata Hillary Clinton.

El reservado Mueller testifica ante dos comités de la Cámara baja controlada por los demócratas --primero en el Comité Judicial y después en el de Inteligencia--, en medio de declaraciones de Trump asegurando que fue 'exonerado' en la pesquisa, y de los demócratas, que insisten en que el informe proporcionó amplia evidencia para un juicio político.

Mueller, quien hizo algunos comentarios públicos en una conferencia de prensa en mayo, pero no contestó preguntas y se ha resistido a testificar, reiteró que se 'mantendría dentro del texto' de su informe y se mostró visiblemente incómodo una vez que comenzó el interrogatorio.

'En base a la política del Departamento de Justicia y los principios de imparcialidad, decidimos que no tomaríamos la determinación de si el presidente cometió un delito. Esa fue nuestra decisión en ese momento y sigue siendo nuestra decisión hoy', dijo Mueller.

Pero cuando se le preguntó si su informe exoneraba completamente al presidente de irregularidades, Mueller contestó: 'No'.

'El presidente no fue exculpado por los actos que presuntamente cometió', dijo Mueller, y agregó que era 'cierto' que Trump podría ser procesado por obstrucción de la justicia después de dejar el cargo.

Tensión

En una audiencia cargada de tensión, Mueller contestó muchas veces con una sola palabra y remitió varias veces a los legisladores al informe.

Trump insistió esta semana en que no vería el testimonio televisado a nivel nacional, pero media hora antes de que comenzara, lanzó una furiosa diatriba en Twitter, quejándose, entre otras cosas, del hecho de que Mueller testificara con un asistente sentado junto a él.

'Esto NO fue acordado específicamente, y NUNCA lo habría aceptado. ¡La mejor caza de brujas en la historia de Estados Unidos, por mucho!', escribió Trump en una media docena de tuits.

La información legal críptica utilizada en el informe de Mueller permitió que el presidente y sus aliados afirmaran que la investigación era una 'caza de brujas' con motivaciones políticas que no encontró nada de importancia.

'No hay colusión, ninguna obstrucción!', tuiteó Trump el martes.

Sin embargo, los demócratas esperan que Mueller explique por qué no presentó cargos a pesar de las pruebas condenatorias descritas en el informe de 448 páginas.

'Todos los estadounidenses merecen conocer los delitos y la corrupción expuestos en el informe Mueller', dijo el congresista demócrata Ted Lieu.

Decir lo menos posible

El informe de Mueller documenta los extensos contactos entre la campaña de Trump y los rusos, incluidos los intentos de cooperar o conspirar, ninguno de los cuales es un delito específico.

Mueller dictaminó al final que no había pruebas suficientes para recomendar cargos de conspiración penal, la principal acusación legal que podía utilizar.

El veterano fiscal también presentó en detalle 10 casos en los que Trump supuestamente trató de obstruir la investigación.

Pero dijo estar impedido de recomendar cargos contra Trump porque las reglas del Departamento de Justicia (la fiscalía general de la nación) le prohibían presentar cargos penales contra un presidente en funciones.

Esto dejó en manos del Congreso determinar si Trump cometió un delito, y una minoría de demócratas está presionando para que la Cámara de Representantes inicie un proceso de destitución del presidente.

Mueller, que ya fue 88 veces al Congreso en su larga carrera en el gobierno, es famoso por decir lo menos posible y ya señaló que no quiere exponer la investigación, pese a los repetidos ataques a su persona y a su trabajo por parte de Trump.

Pero también dejó en claro que cree que el público estadounidense no comprende completamente el alcance y las consecuencias de la campaña de Rusia para entrometerse en las elecciones, lo que Trump se ha negado reiteradamente a reconocer.

El Departamento de Justicia emitió una declaración a última hora del lunes en la que exige que Mueller se atenga solo a lo que escribió en su informe, con la esperanza de contener cualquier consecuencia de su testimonio.

La decisión fue cuestionada por Jerry Nadler, presidente del Comité Judicial de la Cámara baja, que consideró 'increíblemente arrogante que el Departamento trate de instruirle sobre qué decir'.