Las labores para descontaminar los alrededores de la catedral de Notre Dame de París comenzaron este martes, cuatro meses después de un incendio en el que se derritieron cientos de toneladas de plomo que se liberaron en la atmósfera.
La operación de limpieza comenzó el martes por la mañana en la calle de la Cité, en pleno corazón de París, que fue cerrada a los transeúntes y a la circulación vehicular.
Un total de 10.200 m² serán descontaminados mediante una serie de técnicas. El proceso consiste en aspirar el pavimento, luego fregarlo con un producto tensioactivo y finalmente utilizar una manguera de alta presión para enjuagar el suelo y recuperar las aguas residuales.
En algunos tipos de piedras se utilizará un gel especial que se endurece al cabo de tres días y luego se retira, llevándose consigo las partículas nocivas.
Al final de la operación de limpieza, que durará hasta el 23 de agosto --antes del inicio del curso escolar en septiembre-- se realizará un control para verificar que fue eficaz.
Durante el siniestro del 15 de abril, varios cientos de toneladas de plomo del techo y la aguja de la catedral gótica se derritieron y una parte de este metal tóxico se diseminó en forma de partículas en el aire.
Pruebas realizadas tras el incendio revelaron altas concentraciones de plomo en escuelas cercanas y otros edificios, lo que provocó temores de que los residentes pudieran haber sido contaminados por este metal tóxico.
Dos escuelas cercanas a la catedral fueron cerradas después de que se detectaron niveles peligrosos de plomo. Estos establecimientos acogían a 180 niños para cursos de verano.
Las autoridades sanitarias aconsejan que la gente expuesta a más de 70 microgramos, un nivel que se sobrepasó en parte del centro de París después del incendio, se sometan a análisis de sangre.
Los temores de salud provocaron también el mes pasado la suspensión de las obras de renovación para que se revisen las reglas de precaución para los trabajadores. Estas no se reanudarán hasta el 19 de agosto.
Por el momento, la catedral sigue en la fase de consolidación de su estructura. Una vez que ésta finalice, se necesitarán años para renovar el popular monumento parcialmente destruido por las llamas.
El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha marcado como objetivo reconstruir la catedral en un plazo de cinco años, justo a tiempo para los Juegos Olímpicos de París de 2024. Un objetivo irrealista, según varios especialistas.