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 El aeropuerto de Hong Kong vivió este martes una segunda jornada de caos con la suspensión o anulación de cientos de vuelos debido a las manifestaciones pro-democracia, que según el gobierno local han llevado a la ciudad a un 'camino sin retorno'.

La policía empleó gas pimienta contra manifestantes mientras escoltaba desde el aeropuerto a un hombre que fue evacuado en ambulancia, y que según los activistas era un uniformado infiltrado. El furgón de los agentes se vio bloqueado por cientos de manifestantes radicales, lo que llevó a la policía a despejar la calle usando gas pimienta y deteniendo a al menos dos personas.

Este martes los manifestantes levantaron barricadas con carros para maletas y bloquearon los accesos a las zonas de seguridad. 

'Quiero que cerremos el aeropuerto para que se anulen todos los vuelos que salen de aquí', declaró un estudiante de 21, que se hacía llamar Kwok.

El lunes el aeropuerto anuló cientos de vuelos, debido a las manifestaciones. Y si bien los despegues y aterrizajes volvieron a reanudarse brevemente el martes por la mañana, decenas de miles de pasajeros se vieron afectados.

Luego formaron una cadena humana para impedir el paso de pasajeros, con quienes se produjeron algunos altercados. 

'Tengo un bebé, tengo que volver a mi casa, con mis hijos', suplicaba una mujer, llorando. 

El pasado lunes, una muchedumbre de más de 5.000 personas invadió el aeropuerto para denunciar la violencia policial. Las autoridades aeroportuarias anularon los vuelos restantes programados para ese día. 

Este martes, el tráfico se fue reanudando progresivamente al amanecer, pero cientos de vuelos siguieron anulados. 

'¡Defiendan Hong Kong! ¡Defiendan las libertades!', gritaban los manifestantes, mientras que en las paredes algunos pegaban adhesivos que rezaban: '¡Ojo por ojo!'. 

La excolonia británica atraviesa su crisis política más grave desde su retrocesión a China en 1997. Desencadenada por el rechazo a un proyecto de ley que autorizaba las extradiciones hacia China, la movilización de Hong Kong amplió sus reivindicaciones para denunciar un retroceso en las libertades y una injerencia de China.

En el quinto día de una movilización sin precedentes en el octavo aeropuerto mundial, los manifestantes endurecieron la protesta con el bloqueo de los pasillos que conducen a las zonas de embarque de las dos terminales. Las autoridades aeroportuarias decidieron anular todos los registros. 

El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo el martes que la situación en Hong Kong es 'muy difícil', pero que esperaba que se pueda resolver de forma 'pacífica', sin que nadie sea 'asesinado'. 

Los servicios de inteligencia estadounidenses informaron de un despliegue del ejército chino 'en la frontera con Hong Kong', tuiteó el mandatario, instando a 'todo el mundo' a guardar la 'calma'. 

La jefa de gobierno de Hong Kong –que es designada por Pekín–, Carrie Lam, alertó nuevamente este martes sobre las peligrosas consecuencias para la ciudad, uno de las capitales mundiales de las finanzas.