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Puerto Rico esperaba el martes la llegada de la tormenta tropical Dorian, que podría convertirse en huracán cuando pase por el suroeste de la isla el miércoles, aunque con una intensidad mucho menor a la del monstruoso ciclón María que la arrasó en 2017.

Los meteorólogos esperan que Dorian alcance fuerza de huracán (más de 119 Km/hora) el miércoles, cuando pase por la costa suroeste de Puerto Rico, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC por su sigla en inglés).

La agencia federal de emergencias de Estados Unidos FEMA señaló que tiene desplegados en la isla 3.000 agentes federales 'listos para responder'.

En Cabo Rojo, una municipalidad de 57.000 habitantes en la ruta Dorian, los residentes protegieron el martes sus embarcaciones y resguardaron sus casas, pero no se veía frenesí en busca de provisiones en los supermercados y gasolineras.

'No había histeria', describió a la AFP el líder comunitario Hevel Vélez. 'Pienso que como se está hablando de la tormenta desde el viernes pasado, la gente ya está preparada. O que como los vientos son solo de 50 millas por hora (unos 80 Km/h), la gente está confiada'.

Pero recordó que la marejada que provocó María destruyó los restaurantes de las poblaciones costeras y que aún hay 350 viviendas techadas improvisadamente con los toldos azules que entrega FEMA.

En septiembre de 2017, el huracán María atravesó la isla de punta a punta dejando una estela de destrucción de la que Puerto Rico aún no se ha recuperado. Según un estudio adoptado como válido por el gobierno, casi 3.000 personas murieron a consecuencia del desastre.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo en un tuit que la ayuda que recibió este territorio en el Caribe para atender la emergencia de María fue una cifra récord.

'¡Guao! Otra tormenta grande está yendo a Puerto Rico. ¿Esto no tendrá fin? El Congreso ya aprobó 92.000 millones de dólares para Puerto Rico el año pasado', escribió.

De hecho, el Congreso asignó 42.500 millones en ayuda tras el desastre, de acuerdo al sitio web de FEMA, pero la isla hasta ahora solo recibió 14.000 millones.

La nueva gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, declaró estado de emergencia y dijo que la isla está mejor preparada esta vez.

'Ante una situación que se avecina la respuesta del gobierno y de las diferentes agencias, va a ser diferente porque sí está preparado', dijo en conferencia de prensa.

El anterior gobernador, Ricardo Rosselló, debió renunciar el mes pasado en parte por las críticas a su gestión de la emergencia de María.

Refugio sin refugiados -

El alcalde de Cabo Rojo, Roberto 'Bobby' Ramírez, se dijo confiado en que la ciudad está preparada para recibir a Dorian, una tormenta tropical con vientos que se extienden 75 Km desde su centro.

'Ya tuvimos la experiencia de María, aunque esto no se puede comparar, es más pequeño', comentó.

En tanto, la escuela Mildred Arroyo Cardoza, que fue abierta al público como refugio, no tenía un solo refugiado al caer la noche del martes.

El alcalde dijo que espera que los residentes que aún viven bajo los toldos de FEMA acudan el miércoles a protegerse allí, 'dependiendo las incidencias del tiempo'.

A las 20H00 locales (00H00 GMT), Dorian estaba 480 Km al sur de Ponce (en el sur de Puerto Rico), con vientos máximos sostenidos de 85 Km por hora y desplazándose hacia el noroeste a 20 Km por hora.

El NHC estima que el centro de Dorian pasará por el este de República Dominicana el miércoles por la noche. Entre jueves y viernes, ya estará sobre las islas de Bahamas y Turcos y Caicos.

Los meteorólogos calculan que alcanzará la costa este de Florida el fin de semana, aunque es pronto para evaluar con qué intensidad.

'Se espera que Dorian se debilite cuando se desplace sobre el terreno de Puerto Rico', pero 'se fortalecerá gradualmente el jueves y viernes', indicó el NHC, que mantuvo su vigilancia de huracán para Puerto Rico, pero la canceló para República Dominicana, que ahora tiene un aviso de tormenta tropical junto a las Islas Vírgenes estadounidenses.

República Dominicana ya tiene en la grilla los protocolos de respuesta y en la capital, Santo Domingo, los residentes cercanos a la ribera del río Ozama se alistan para desalojar en caso de crecida.

'Estamos listos para irnos, porque aquí en cuanto llueve el río crece y esto se llena de agua. Pero tenemos miedo de dejar nuestras cosas, no tanto por el agua como por los delincuentes', comentó la residente Cornelia Díaz.