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El primer ministro Boris Johnson se apuntó una primera victoria en la batalla legal lanzada por los opositores a un Brexit duro, a quienes advirtió que impedir la salida de la UE en octubre dañaría la confianza en la política británica.

A la espera de una audiencia completa, un grupo de 75 diputados proeuropeos pidió a la más alta instancia civil de Edimburgo una decisión provisional urgente contra la suspensión del parlamento.

Sin embargo, el juez desestimó dicha orden provisional. Aunque adelantó al martes la vista de fondo inicialmente prevista para el próximo viernes.

Johnson decidió suspender las labores parlamentarias entre la segunda semana de septiembre y el 14 de octubre afirmando querer elaborar y presentar su nuevo programa legislativo. Pero sus detractores lo acusan de hacerlo para impedirles bloquear un Brexit sin acuerdo el 31 de cotubre.

Denunciando un 'golpe de Estado', para este sábado se convocaron protestas en una decena de ciudades y una gran concentración el martes en Londres. Y se lanzaron tres acciones judiciales: la segunda de ellas será analizada el martes en Belfast y la tercera el jueves en Londres.