Cientos de personas siguen desaparecidas en Bahamas tras el paso devastador del huracán Dorian, que dejó al menos 43 muertos en el archipiélago, una cifra que las autoridades esperan aumente 'significativamente'.
Mientras la tormenta seguía su ruta frente a la costa noreste de Estados Unidos, más de 260 habitantes de las islas Ábaco, las más golpeadas en Bahamas, llegaron a la capital Nassau tras un viaje de siete horas en un ferry fletado por el gobierno. Estaba prevista la llegada de otro ferry durante la noche.
Diane Forbes, que no ha tenido noticias de sus dos hijos desde el martes, esperaba encontrarlos entre unos 200 evacuados que se refugiaban en un gimnasio la noche del viernes en Nassau, que se salvó de la furia del huracán.
'Dijeron que tenían hambre, y el olor a cuerpos, muertos, realmente comenzó a afectarlos', dijo. Uno de sus hijos estaba en Marsh Harbour en las Ábaco con su novia y la madre de ésta. 'No sé si vive o no'.
El primer ministro Hubert Minnis confirmó la cifra de 43 fallecidos, precisando que 35 murieron en las islas Ábaco y otros ocho en Gran Bahama tras la abatida de la monstruosa tormenta, entonces de la máxima categoría 5.
'Es catastrófico y devastador', dijo en un comunicado la noche del viernes citado por el diario The Tribune newspaper.
Con muchos desaparecidos, 'se espera que este número aumente de manera significativa', advirtió su portavoz Erica Wells Cox, en la cadena estadounidense NBC.
El ministro de Salud, Duane Sands, había dicho que la eventual cifra total de muertos será 'impresionante'.
'Cientos y hasta miles de personas, literalmente, están desaparecidas aún', dijo a CNN Joy Jibrilu, director general del Ministerio para el Turismo y la Aviación de Bahamas.
Miles de personas estaban sin hogar en Gran Bahama y Ábaco y muchos expresaban su frustración con la velocidad de la ayuda.
'No hay estaciones de combustible, no hay almacenes de comida, mi empleo no existe', dijo Melanie Lowe de Marsh Harbour, cuya casa estaba parcialmente destruida. Antes de ser evacuados a Nassau, 'estábamos 16 personas en una habitación de tres'.
Según la ONU, más de 70.000 personas, prácticamente toda la población de Gran Bahama y Ábaco, necesitan ayuda luego de que la tormenta arrasara con sus hogares y trastornara sus vidas.
La Guardia Costera de Estados Unidos y organizaciones privadas han trasladado a habitantes de Ábaco y otras islas a Nassau.
El esfuerzo internacional, que también incluye la Marina Real británica y varias ONGs, ha sido dificultado por las inundaciones en las pistas de aeropuertos, destrozos en los muelles y problemas en las comunicaciones.
Algunos habitantes de Bahamas desplazados por la tormenta dormían en carpas instaladas en el aeropuerto de Nassau, no muy lejos de donde los aviones aterrizaban y despegaban.